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La reforma del Sector Salud, ¿un sueño truncado?

La solución global al conjunto de problemas del sector se redujo a convertirlo en un sistema, reorganizar todos sus componentes y distribuirlos en tres niveles de atención y operación y articular los anteriores con un eficaz sistema nacional de remisión con cobertura al 100% de los habitantes.

Por Rodolfo Chang Peña |

Hace aproximadamente medio siglo las autoridades mas importantes de las instituciones que representaban al sector salud se embarcaron en la idea de modernizar la entrega de servicios de salud a los habitantes del país dando paso al surgimiento de un sistema integral, equitativo, unificado y humanitario, al 100% de los habitantes sin distinción. Se sugería con entusiasmo la necesidad de unificar esfuerzos para aprovechar mejor los escasos recursos y evitar el desorden de la fragmentación de funciones y objetivos.


Los estudios sobre el estado de salud de la población, la cobertura de las instituciones, la demanda y oferta de prestaciones, análisis de la deuda sanitaria, estrategia para enfrentar los grandes problemas y la correspondiente propuesta de soluciones, corrieron a cargo de técnicos especializados en planeación de servicios de salud, médicos especializados en Salud Pública, especialistas en áreas relacionadas con la salud y representantes de OPS que hicieron valiosos aportes que dieron consistencia y viabilidad a la propuesta.


Como sucede habitualmente con los proyectos que benefician a los habitantes, se comienza con arrancón de mula vieja sacudiendo ramas y levantando polvo para luego seguir dos caminos: dar largas a la implementación argumentando escasez de recursos (Aunque los hay para otras cosas) o asumir amnesia a la vuelta de un par de años. Para no apartarse de la tradición nunca se dio el banderillazo de salida para implementar al menos la primera etapa de un plan maestro que se desarrollaría en la siguiente década. Todo fue tiempo perdido y el movimiento innovador no pasó de un ejercicio académico que se fue diluyendo hasta terminar en nada.


En la actualidad salvo pequeños cambios de escaso impacto el sector salud permanece igual que antes y como siempre, resalta que las instituciones, organizaciones, empresas y agencias que lo conforman, no funcionan como subsistemas articulados de una estructura sino que cada quien se ocupa nada mas de sus propios intereses. Cada componente tiene su propia lucha privada contra las enfermedades cuando la lógica apunta, que para un país pequeño con recursos limitados como El Salvador, se deberían de unir los esfuerzos contra el enemigo común y en ese sentido, por ejemplo, existir un solo programa nacional de cirugía cardiovascular y de grandes vasos, un solo programa nacional contra el cáncer, otro contra la insuficiencia renal, etc., para evitar la dispersión, fragmentación y repetición de funciones y objetivos.


Y como era de esperar la falta de equidad en la entrega de servicios al publico sigue igual o peor que antes, el típico ejemplo lo vemos en el asegurado al ISSS que recibe un promedio de hasta seis consultas medicas al año y el salvadoreño desprotegido, que por cierto forma la mayor parte de la población, apenas recibe una fracción de la cifra antes citada en el mismo periodo. Mientras miles de ciudadanos esperan mas de seis meses incluso un año o mas por una consulta especializada o un procedimiento existen centros de atención de nivel III subutilizados. Se sabe también de muchos niños que solo se operan de labio leporino y paladar hendido a través de asistencia internacional y que muchos otros no se operan de corazón por escasez de equipos pero hay sectores que pagan cuantiosas sumas de dinero a seguros médicos privados.

La solución global al conjunto de problemas del sector se redujo a convertirlo en un sistema, reorganizar todos sus componentes y distribuirlos en tres niveles de atención y operación y articular los anteriores con un eficaz sistema nacional de remisión con cobertura al 100% de los habitantes. En términos generales se pretendía asignar a MINSAL la atención primaria de la salud (APS) a fin de concentrar sus esfuerzos en la demanda de bajo riesgo y así aprovechar su infraestructura a nivel del país; al ISSS la demanda de riesgo moderado, todo lo relacionado a la hospitalización y servicios conexos y al sector privado es decir hospitales, policlínicos y consultorios privados, la demanda de alto riesgo (Medicina especializada).


Como parte importante de la solución se insistió en la participación intersectorial (Desarrollo humano, educación, vivienda, medio ambiente, empleo, suministro de servicios básicos como agua potable, electricidad, saneamiento ambiental, etc.). Naturalmente de nada sirve un sistema de salud de primera linea en un país con altos índices de pobreza, desempleo y marginación social. También se dió importancia crucial a las fuentes formadoras de recursos humanos relacionados con la salud en el sentido de actualizar planes de estudio y crear nuevas profesiones adaptadas a la nueva realidad y al mercado de la reforma de salud.

Médico.

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