De los países de Centroamérica, El Salvador es el que tiene el nivel más alto de riesgo de su deuda, según un reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) que analizó la “Sostenibilidad de la deuda pública en América Latina y el Caribe” para el período 2022-2027.
En el estudio de los economistas, en el apartado de la región centroamericana, se explica que El Salvador y Belice son los dos países que más riesgo representan por el nivel de endeudamiento que tienen.
Dicho informe hace una comparación de los niveles de deuda que tienen los países centroamericanos, incluidos Belice y Panamá; aunque en este segmento también agregaron a México.
“En América Central y México, Belice y El Salvador presentan una trayectoria de la deuda pública insostenible”, apuntan los expertos en el documento.
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La Cepal cita que el Fondo Monetario Internacional (FMI) sostiene que “se necesitan adoptar urgentemente medidas estructurales en dichos países que permitan la consolidación fiscal y la reducción de los niveles de deuda”.
Y destaca que, por el contrario, Guatemala y Honduras muestran bajos niveles de riesgo, pues se espera una reducción de la deuda en el corto plazo y una mayor resiliencia ante choques negativos, es decir ante crisis que puedan surgir.
También explica que ciertos países de América Central presentan riesgos adicionales debido a una mayor proporción de la deuda pública en moneda extranjera y menores plazos de vencimiento.
En el caso de El Salvador, la deuda pública asciende a $24,235.4 millones, según datos del Ministerio de Hacienda a diciembre de 2022 y representó el 76.2% del Producto Interno Bruto (PIB).
“No se observa una clara reducción del déficit fiscal durante periodos de mayor crecimiento económico; no obstante, en este campo existe una alta heterogeneidad entre los países”, señala la Cepal.
De hecho, el FMI planteó en su informe preliminar, el pasado 10 de febrero 2023, tras analizar las finanzas salvadoreñas, que se debe hacer un ajuste fiscal del 3.5% del PIB, lo que equivale a $1,113.58 millones, ya que la producción de 2022 fue de $31,816.6 millones, según los datos oficiales.
Ese fue uno de los puntos que señaló el Fondo y se esperaba que lo ampliara en su informe final, pero el gobierno de Nayib Bukele no le autorizó publicar los resultados de la revisión de las finanzas públicas.
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¿Cómo está el país respecto a las naciones vecinas?
Sin embargo, en el informe de la Cepal se incluye parte de la revisión que el FMI hizo a las políticas económicas de los países centroamericanos, según lo contemplado en el Artículo IV, con los resultados más actualizados por país. Sobre El Salvador, el Fondo hace una proyección de la sostenibilidad de la deuda a 2026 y concluyó que es “insostenible y se requieren medidas estructurales de consolidación fiscal y crecimiento para recuperarla trayectoria sostenible”.
En cambio, de Guatemala, cuya proyección es a 2027, indica que “se espera que se mantenga en una trayectoria sostenible y es resiliente a choques en el corto plazo”.
De Honduras, el Fondo determinó que a 2039 tiene “bajo riesgo de sobreendeudamiento o trayectoria insostenible”.
De Nicaragua proyecta también a 2039 que tiene “riesgos moderados sobre la sostenibilidad de la deuda y limitado espacio para contrarrestar choques negativos”.
Mientras que de Costa Rica su conclusión es que a 2026 tiene una deuda “sostenible, pero existen serias vulnerabilidades y altos riesgos en el corto plazo”.
Y de Panamá, el FMI indicó que a 2026 “se espera una reducción sostenida del nivel de deuda pública”.
El único país de la región que está en la misma situación que El Salvador es Belice, del que también el Fondo concluyó que su deuda es “insostenible y se requieren medidas estructurales de consolidación fiscal y crecimiento para recuperar la trayectoria sostenible”.
De igual forma, los expertos de la Cepal señalan en su análisis que en el caso de El Salvador y Belice “muestran una tendencia creciente y los choques analizados podrían implicar un mayor deterioro de la sostenibilidad de la deuda en el largo plazo”.
La Comisión hizo una proyección de varios escenarios para los próximos 5 años sobre la trayectoria de la deuda de los países que analizaron y, en el caso de Centroamérica “la mayoría de los escenarios muestran una tendencia insostenible en Belice y El Salvador, con lo cual sería necesario mejores resultados primarios en un contexto de altas tasas de interés”.
De acuerdo a la Cepal, en un escenario base, la deuda pública de El Salvador se incrementaría hasta 94.4% del PIB en el 2027 que representa un aumento de 5.2 % del PIB respecto al nivel registrado en el 2020.
En el primer escenario, la relación de la deuda sobre el PIB ascendería a un 103.0% hacia el fin del periodo de análisis dada la tasa de interés real de 6.1%, equivalente al promedio registrado en 2015-2019. “El choque positivo en el crecimiento (segundo escenario) implicaría que la deuda pública alcance un 96.7% del PIB en el 2027”, indica.
También plantea que en el tercer y cuarto escenarios muestran resultados de un 109.3% del PIB y un 109% del PIB respectivamente, mientras que un choque negativo en la tasa de interés y en la tasa de crecimiento del PIB (quinto escenario) llevarían la relación de la deuda pública a un nivel de un 115.6% del PIB.
La entidad explica en su informe que la condición de solvencia de un país se cumple si el valor presente del gasto público es menor al valor presente de los ingresos públicos menos el nivel inicial de deuda. “Una deuda pública se define como sostenible cuando el resultado primario necesario para estabilizar la relación de deuda sobre PIB es económicamente y políticamente alcanzable”, plantea.
Y agrega que eso ocurre cuando el gobierno puede cumplir con todas las obligaciones de pago actuales y futuras sin asistencia excepcional o sin caer en incumplimiento.
Sin embargo, en el caso de El Salvador, aunque en enero de este año el gobierno salvadoreño cumplió con el pago de $800 millones en bonos, el cual fue una prueba de fuego para evitar un impago, empresas de análisis de riesgo y economistas han destacado que pagar esos bonos no desaparece el riesgo de deuda que tiene el país a nivel internacional.
La Cepal incluye en su informe un cuadro con las calificaciones de riesgo que han otorgado las prestigiosas firmas Moody’s, Standard & Poors, y Fitch, actualizadas a 2022, y El Salvador aparece con las peores calificaciones respecto a los demás países centroamericanos.