Goleada, baile y golpe anímico sobre la mesa. 4-1 para el Manchester City sobre un Arsenal al que lo borraron los de Pep Guardiola, que bien pudieron meter más goles pero el meta Aaron Ramsdale le paró al menos cuatro ocasiones de gol al noruego Erling Haaland que, pese a ello, no dejó de brillar.
Dos asistencias le dio el gigante noruego al belga Kevin De Bruyne, quien hizo el cobro de tiro libre que derivó en el otro tanto para que los del City pusieran al rojo vivo la disputa por el título, pero con la sensación de que será para los citadinos de nuevo.
Y es que, aunque el líder sigue siendo el cuadro Gunner, ahora su ventaja es apenas de dos puntos y los de Guardiola han disputado dos encuentros menos. No son puntos fáciles, regalados, menos en la Premier League, pero la sensación es que todo está dicho ya.
El City fue superior de principio a fin, casi no sufrió, y fue en el tramo final que, en un rebote, encontró el descuendo el Arsenal, pero nunca peligró el triunfo para un Manchester City que pudo haber marcado muchos más goles.
La tuvo en varias Haaland, pero siempre se topó con el meta rival, incluso, tras recortes imposibes que le dejaban de frente, pero el arquero resolvió.
Nada pudo hacer cuando Haaland asistió a De Bruyne, quien firmó un golazo apenas al 7' con frío en las venas para definir. Todo era del City y, sobre el cierre del primer tiempo, Stones marcó de cabeza tras el cobro de una falta del belga. Hubo necesidad de revisión del VAR tras haber sido anulado por supuesta posición adelantada que nunca existió.
Con el 2-0, el City tenía el partido controlado por completo, y hasta se fue al descanso con la sensación de estar más cerca del tercero que el Arsenal del primero. Y así fue. Más allá de un par de encontronazos ya con los ánimos calientes, apareció de nuevo De Bruyne, y otra vez a pase de Haaland, para marcar la sentencia, un 3-0 apenas al 54' con un tiro raso.
Ya con el juego liquidado, Holding se encontró con un balón rebotado en el área del City y lo mandó al fondo para maquillar el resultado. 3-1, baile, y la sensación que otra vez dejarán ir el título y será para los de Pep Guardiola. Pero faltaba la cereza al pastel, un balón recortado, un pase a medias de Foden (roce en otro jugador), pelota suelta y Haaland no perdonó en el 90+5' con un zurdazo mordido para el 4-1 y para tener en sus manos la Premier League.
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