Ruderis Eberto Lazo, originario de La Unión y residente en Los Ángeles, California, fue asesinado el 19 de abril en Tijuana, México, a donde viajó para entregar artículos de primera necesidad a familias de comunidades pobres.
Según el reporte que la Policía mexicana brindó a la familia, el salvadoreño, de 79 años, fue víctima de robo por sujetos aún desconocidos. De acuerdo a las investigaciones que siguen en curso, el connacional fue apuñalado y murió al poco tiempo de ser atacado. Le quitaron su carro y artículos personales, incluidos los documentos de identificación.
Una de sus hijas dijo a El Diario de Hoy que su padre llegó a Tijuana el lunes 17 de abril para entregar víveres, ropa y otros enseres en el albergue de inmigrantes. Viajaba solo en su camioneta.
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Durante su viaje siempre estuvo en comunicación con ella y le informaba sobre los lugares por los que se desplazaba. No obstante, señala, el lunes por la noche ya no se comunicó. El martes tuvo contacto con otra persona, quien relató que durante una conversación telefónica pudo escuchar que Ruderis saludó a alguien que se le acercaba, momento en el que la llamada fue cortada abruptamente.
Relata además que don Rudy, como lo llamaban de cariño, portaba una tarjeta de crédito que ella le había dado. Durante la madrugada del jueves 19 de abril, recibió una notificación sobre un intento para extraer fondos de la cuenta, lo que despertó las alertas.
“Empecé a llamarlo, pero no contestaba, sabía que algo había ocurrido. Mi compañero de vida viajó a Tijuana a poner la denuncia de persona desaparecida, empezamos a buscarlo en hospitales, en la policía, en varios lugares”, explica.
El cuerpo de don Rudy fue hallado en la morgue, entre los cadáveres registrados el miércoles 19 de abril en horas de la madrugada. Estaba como persona no identificada. Su auto y pertenencias no fueron localizadas.
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“Estamos en comunicación con la policía local, con el consulado de El Salvador, nos hemos abocado a las autoridades correspondiente, pero aún no se tienen muchos avances en el caso, aún no se sabe quiénes lo atacaron”, afirma la hija de la víctima.
Su familia buscan repatriarlo a Los Ángeles para luego ser llevado a El Salvador, donde don Rudy deseaba ser enterrado.
“Lamentable hecho. Don Rudy estaba haciendo una gran obra. llevando ayuda a los necesitados. Era una persona con una gran energía, increíble, siempre sonriente, le gustaba compartir y siempre estaba al servicio de los demás”, dijo a El Diario de Hoy Leo Muziño, periodista de origen mexicano, radicado en Los Ángeles.
Trabajaba para los necesitados
Don Rudy nació en Bolívar, en el departamento de La Unión, en 1944. Durante la década de los ochenta, emigró a Estados Unidos huyendo del conflicto armado. Era camionero, y al llegar al país norteamericano rápidamente pudo sacar su licencia y permiso para continuar con este tipo de oficio. Fue el trabajo que tuvo durante más de 20 años.
Una vez jubilado, empezó a llevar ayuda a los más necesitados.
“Tenía un enorme deseo de ayudar a otros, decía que era una misión que se le habían encomendado. Tenía directores territoriales en cantón Mogollón, Guatemala; Camalú, San Quintin, Baja California; San Lorenzo, Honduras, y otros, donde todos los años realizaba cuatro grandes eventos para celebrar a las familias pobres, y todo lo hacía con sus propios recursos”, añade su hija.
Don Rudy era un especialista de la medicina natural. Estudió algunos cursos para conocer las propiedades medicinales de las plantas y la masoterapia.
Participaba en ferias con sus productos medicinales, y sesiones de masajes para botar el estrés.
Muziño recuerda que fue quien le puso ambiente con su baile, carisma y espíritu alegre en una reciente feria de Bienestar celebrada en SL Health & Wellmess.
El salvadoreño cumpliría los 80 años en febrero de 2024. Era residente en EEUU y esperaba la ciudadanía. “No le faltaba su tejada y sus botas”, agrega su hija, quien señala que le queda como legado el inmenso amor al prójimo así como el apoyo y el amor incondicional que siempre le demostró.