A ambos costados del ambulatorio frente al David de Miguel Ángel, una de las más hermosas esculturas de todos los tiempos, se encuentra un grupo de esculturas de esclavos, que representan el dolor, la humillación suprema de personas controladas por otros.
Las contorsionadas imágenes de hombres emergen de la piedra, representando el control sobre ellos, que pueden ser libres en parte de lo que piensan pero cautivos siempre, sea como personas, prisioneros o víctimas de su propios vicios y maldades.
Las esculturas son parcialmente una representación de la debilidad humana, de no ser dueños plenos de nuestro destino aunque con la posibilidad de poder en alguna medida escoger, como tituló su brillante obra el pensador Milton Friedman, una obra que escribió inspirado en parte por la experiencia de Hong Kong, territorio ahora sometido por la dictadura china que sofoca toda rebelión y ha encarcelado al fundador y editor del que fuera la principal voz del territorio.
El orweliano escenario, “el Gran Hermano te vigila”, es la brutal realidad de los siervos (pues han dejado de ser ciudadanos), que en China comunista y no digamos en Norcorea ha llegado a extremos de pesadilla; en China los “inquietos” están forzados a colocar cámaras dentro de sus viviendas, lo que en dictaduras como la cubana se valen de soplones e inclusive de los mismos hijos de la gente, para vigilar, el método crudamente puesto en marcha por el aspirante a sultán vitalicio.
El exconvicto de corrupción Lula ha abierto, en la medida que tan abyecto personaje lo logre, las puertas a los chinos, que compran muchas materias primas a Brasil, pretendiendo que las transacciones se realicen en yuanes y reales brasileños, para “liberarse del dólar como la moneda que regula el comercio mundial”.
En otro exabrupto, Lula criticó al FMI “por lo que está hacienda a Argentina”, sin pensar que son precisamente los políticos argentinos los peores enemigos de los argentinos…
Pero tras lo protocolario va otra realidad: los chinos instalan, bajo disfraz puestos de policía tanto para recoger información que puede utilizarse para extorsionar y así controlar, como para vigilar a los chinos que han escapado la dictadura y amenazarlos “donde se encuentren”.
La Policía de Nueva York descubrió uno de esos montajes en el Barrio Chino de la ciudad, lo que llevó a la captura de varias decenas de chinos involucrados, a incautar documentación, a ir tras los eslabones de la red de “puestos policiales chinos” en todo el país.
China pretende controlar el mundo, lo que no va a lograr mientras sea una dictadura…
Se dice que el espionaje se efectúa a través del TikTok, de las compras que se hacen en línea a vendedores chinos, de todo aparato donde puedan colocarse chips que recopilen información.
Perversidad, impiedad, narcisismo esclavizan individuos y naciones
Los esclavos de Miguel Ángel, angustiosos seres atrapados por la roca (y que para los neófitos son “obras inconclusas”), son como el malvado asaltante que disparó contra un niño creyendo que escondía una bolsa de dinero, un escalofriante hecho descrito por nuestra colaboradora Carmen Marón: es esclavo de su perfidia, de sus instintos criminales que impiden que marche por la vida como un hombre libre…