José Wilfredo Andrade Pineda fue capturado el martes anterior, horas después de que fuera denunciado en redes sociales por amenazar a personas de la urbanización Cumbres de San Bartolo, en Ilopango, mientras se desplazaba en un vehículo tipo pick up y con el rostro cubierto con un gorro pasamontaña.
“Cumbres de San Bartolo. Sujetos desconocidos, cubiertos del rostro, a bordo de un vehículo tipo pickup pasaron amenazando a personas que se encontraban en un sector de la colonia. Son varias ocasiones que el vehículo ha sido visto en la zona”, decía el tuit de la cuenta @moverderechopnc, del Movimiento de Trabajadores de la Policía, publicado el lunes en la tarde.
El martes anterior, 24 horas después de la denuncia, el ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, informó que habían capturado al sujeto y que le habían decomisado el pick up desde el cual hizo las supuestas amenazas.
“En atención a denuncia ciudadana en redes sociales, sobre un sujeto que, a bordo de un pick up y con un gorro pasamontañas, intimidaba a las personas en diferentes lugares, se rastreó y ubicó a este delincuente en Soyapango y se procedió a su captura”, escribió Villatoro en su cuenta de Twitter.
Villatoro agregó: “Se trata de José Wilfredo Andrade Pineda, de la pandilla 18 Sureños, hengla TLS/HGS, tribu San Martín, cancha Alta Vista, quien además tenía la función de ocultar a los miembros de esta agrupación terrorista. En el procedimiento se le incautó un pick up doble cabina”.
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Lo que no explicó el ministro de Seguridad es que Andrade Pineda es el mismo pandillero (señalado así por Villatoro) al que el ministerio de Salud le otorgó permiso para envasar agua, supuestamente purificada, para luego venderla al público bajo la marca Grisal.
Documentos públicos del ministerio de Salud dan cuenta que el 9 de enero de 2020, esa cartera de Estado le otorgó el Registro Sanitario 39552, con vigencia de cinco años.
El proceso para purificar, envasar y distribuir el agua Grisal lo inició desde hace aproximadamente una década. El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) le otorgó el permiso en octubre de 2018, para purificar y envasar mil garrafones al mes y más de 18,000 bolsas.
La venta de agua envasada bajo la marca Grisal no es nada nuevo. La distribución de esa agua comenzó hace más de 10 años y en las colonias donde se distribuía el líquido se sabía que los pandilleros de la 18 Sureños eran los dueños de ese negocio.
Pandilleros obligaban a comprar agua
El agua era vendida en colonias donde esa pandilla tenía territorios controlados, como por ejemplo, en Soyapango, las urbanizaciones Conacastes, Montes de San Bartolo y La Campanera. En Ilopango, lo hacían en la residencial Altavista, mismo que hacían en Apopa.
Fuentes policiales aseguran que la Inteligencia Policial sabía de ese negocio desde hace aproximadamente una década. Las investigaciones comenzaron a raíz de que las empresas legalizadas de distribución de agua purificada y envasada fueron apartadas de ese comercio en las colonias bajo control de la 18 Sureña, cuya población también era obligada a comprar el agua de dudosa calidad.
Incluso, algunos pobladores de algunas comunidades donde la pandilla distribuía el agua Grisal hacían bromas con el eslogan que ese producto llevaba en los garrafones. Decían que en vez de calidad y pureza debían ponerle “Cómprela o se muere”.
Aún así, el MARN otorgó los permisos que le corresponden en octubre de 2018 y, más recientemente, el ministerio de Salud le entregó el Registro Sanitario para la marca Grisal.