Con emotivas palabras, decenas de personas, entre amigos, familiares y compañeros de trabajo dieron el último adiós a la concejal suplente de Citalá, Marleni del Carmen Reyes, asesinada a sangre fría dentro de su vivienda el sábado 18 de marzo, en el cantón Lagunetas, municipio de Citalá, departamento de Chalatengo.
Carmen fue recordada como una persona servicial, solidaria, emprendedora y lideresa de la zona rural del municipio. A la misma vez, los residentes de las comunidades La Cruz de Metapán, Lagunetas y San Ramón de Citalá, expresaron su repudio, indignación, tristeza y clamaron justicia para que el asesinato de la concejal no quede en la impunidad.
Previo al sepelio decenas de personas acompañaron la carroza fúnebre con los restos de Carmen, por la solitaria calle de tierra que conduce desde el cantón Lagunetas, hasta el cementerio de San Ramón, el poblado más cercano.
En la entrada del cantón San Ramón, integrantes de la Unidad de la Mujer de la alcaldía de Citalá, esperaban la caravana fúnebre con una pancarta con un mensaje de repudio por el asesinato de Carmen y rechazo a todo tipo de violencia contra las mujeres.
“Confiamos en las autoridades para que este caso no quede en la impunidad y sea esclarecido (...) alzamos nuestra voz para denunciar este hecho de violencia contra una lideresa comunitaria”, se leía en la misiva.
Liseth Flores, síndica municipal de Citalá, lamentó el asesinato de la concejal, pidió a las autoridades competentes que se haga justicia e hizo a un llamado a las mujeres que están pasando por cualquier tipo de violencia a no quedarse calladas.
“Pedimos a las autoridades competentes que este crimen no quede impune y que las mujeres que estén pasando algún tipo de violencia por mínima que sea, no quedarse calladas, porque estas son las consecuencias graves”, expresó durante el sepelio.
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Por su parte, Esmeralda Alarcón, compañera de trabajo, lamentó que a Carmen se le haya violentado el derecho a la vida en su propia casa. “Ella era un gran elemento dentro del municipio (...) el llamado es a las autoridades que investiguen bien y que este caso no quede impune”, dijo.
Asimismo, Melania Santos, Red de mujeres del Trifinio, se unió al llamado de justicia. “Para nosotros fue muy duro darnos cuenta que ella había sido asesinada, sobre todo porque pasamos mucho tiempo en formación del autocuidado y luchamos porque no hubieran como esos, pero esperamos se haga justicia”, dijo.
Camen, quien era conocida más por su papel de lideresa comunitaria que por su participación en la política, también era parte de la comunidad católica e integrante del coro de la iglesia de Lagunetas.
Manuel Alas, dirigente de la pastoral en la parroquia, describió a Carmen como miembro activa de la parroquia que siempre estaba dispuesta a ayudar en las comisiones para la elaboración de los alimentos para los misioneros, las fiestas religiosas y su participación en el coro de la parroquia local.
Alas igualmente se unió al llamado para que el asesinato no quede en la impunidad y pidio a los residentes a que hagan una reflexión de cómo se está tratando a la mujer
“Este es un hecho para valorar a la mujer. Repudiamos este hecho y lo denunciamos y decimos no más de esto en nuestro municipio, ni en el país, ni en el mundo. Aquí la gente puede reírse, pero de la justicia de Dios porque un hecho como este no quedará sin su recompensa”, manifestó.
La familia doliente fue acompañada en el funeral por el alcalde de la municipalidad de Citalá, Luis Alberto Ochoa. “Todo Citalá está de luto”, expresó.
Carmen era una de las cuatro mujeres que integran el concejo municipal. Era la primera vez que ella participaba como concejal suplente, en representación del partido Nuevas Ideas.
En un comunicado publicado en redes sociales, la alcaldía expresó que Carmen luchaba por el bienestar de la niñez, la juventud y el empoderamiento de las mujeres en el cantón Lagunetas y los caseríos aledaños.
Sus familiares explicaron que ella se dedicaba al cultivo de tomates y en su casa tenía una tienda donde por las tardes vendía pupusas, con lo que mantenía a su familia, debido a que era madre soltera.
El crimen
El sábado cerca de las 8:00 de la noche, dos hombres en motocicleta llegaron a la vivienda de Carmen, uno de ellos ingresó a la vivienda sin quitarse el casco simulando que deseaba comprar pupusas.
Carmen estaba en el baño, en el momento que el atacante entró a la vivienda, el hombre hizo un disparo al aire, ante lo cual Carmen salió y este le disparó a quemarropa en varias ocasiones, frente a seis personas que estaban en la vivienda.
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