Hasta la flor más pura es tocada por el dorado albor matinal. Núbil cantora; casta Afrodita, púber gardenia, virgen hermosa. No encontré sólo la pureza de tus pétalos, ni el perfume de tu hechizo, ni la luz de tu corola. Encontré virgen el cáliz de tu ser y tu misterio. Intacto tu amor al picaflor que volara en tus sueños o a las abejas de miel de los enjambres del deseo. Serás pura y áurea en la nueva aurora. Cuando el sol y mis ojos te vean por primera vez. Cuando alumbre ante mí la corola de tu alma y yo crea que el perfume de su cáliz sea virgen y eterno.
Bajo la presión de la moral social, numerosas mujeres tunecinas recurren a una “segunda virginidad”. Salima -una joven casadera- está convencida de que "unas gotas de sangre no hacen la honra de una mujer". Pero esta tunecina de 32 años se ha sometido a la reconstrucción del himen para llegar "virgen" a su noche de bodas. Igual que ella, numerosas tunecinas acuden al quirófano para amoldarse a una sociedad que sigue siendo conservadora detrás de su moderna fachada moral. Evitan así ser rechazadas por ciertos hombres que afirman sin ambages que nunca se casarían con mujeres ya "usadas". La operación dura apenas media hora y cuesta entre 800 y 1.400 dinares, según se busque restablecer en le proceso la "virginidad" por unos días o de forma duradera. <palabrasbalaguer.facebook.com>