Niños de hasta trece años fueron reclutados por los nazis en los meses previos al colapso del “Tercer Imperio”, lo que ahora el criminal de guerra y asesino serial Putin está para hacer en vista de estrepitoso fracaso de su “operación especial”, que recientemente cumplió un año de haber iniciado.
El número de rusos que han muerto durante la fracasada ofensiva y que incluye a los mercenarios de la banda criminal “Wagner” sobrepasa, de acuerdo con estimados, los cien mil, lo que los mismos soldados atribuyen a la inepcia de sus superiores y al desabastecimiento tanto de municiones como de equipos de comunicación, comida, medicinas y vendajes… muchos de los rusos delataron sus posiciones al comunicarse con sus teléfonos personales.
Pese a que los campos de batalla son siempre “campos de la muerte”, el criminal Putin ha iniciado campañas dentro del equivalente de escuelas secundarias para reclutar jóvenes, pintándoles un mundo opuesto a lo que son las trincheras y el cambiante escenario de los frentes, cambiante en el sentido de que en una hora, un medio día, las condiciones en el terreno pueden haberse convertido en infiernos.
Ni Putin ni Xi Jinping ni Lukashenko o sus familiares corren peligro alguno, por lo que enviar a niños, jóvenes y hasta hombres mayores a exponer sus vidas, a ser carne de cañón, no les quita el sueño.
Soldadescas al servicio del criminal régimen con frecuencia atrapan por la fuerza a jóvenes y hombres en las calles de ciudades rusas, personas que prácticamente sin entrenamiento son metidas en las trincheras donde tantos están muriendo, todo porque ese monstruo no quiere reconocer su fracaso.
Casi “al otro lado del mundo” el dictador chino, que cree ser la encarnación de la sabiduría milenaria de la gran nación, ha ofrecido a Taiwan una incorporación “pacífica”, que renuncie a sus libertades, su democracia y su prosperidad para tener “el inmenso privilegio” de uncirse al yugo.
Pero las señales indican que los chinos mismos están inquietos, por decir lo menos, por la serie de desapariciones de opositores, entre ellos el de un muy importante banquero de quien no se tienen noticias desde hace varias semanas.
Una oferta pacífica a Taiwán: únanse a nuestra dictadura
Como lo describe el corresponsal de CNN, todo el sector tecnológico del país está alarmado con el hecho, ya que, al igual de lo que sucede en Nicaragua y El Salvador, de la noche a la mañana lo que transcribió y en muchos casos no tuvo importancia o perjuicio para la generalidad, está sujeto a indagaciones por el fiscal impuesto y puede llevar a la cárcel.
Todo es “la cárcel”, los infiernos denunciados por el presidente Petro, de Colombia…
El más reciente caso de detención arbitraria y encarcelamiento es el de un joven que cometió el grave error de discutir con un uniformado del régimen —de los que, según el jefe de policía, son “jueces de la calle”— que lo capturó y de allí al infierno.
Es la clase de oferta que Xi hace a los taiwaneses y que recuerda el diálogo de la doncella con la muerte, “Tod und das Maedchen” del poeta alemán Matthias Claudius.
Olvídense de su ridícula democracia, de los inútiles debates… aquí, bajo mi manto, estarán libres de esos menesteres… “su gran hermano está más que listo para guiarlos”…