Dos de los cuatro estadounidenses secuestrados el pasado viernes en la ciudad fronteriza de Matamoros, en el noreste de México, fueron hallados muertos este martes, según informaron las autoridades mexicanas.
"Ya fue plenamente confirmado por la fiscalía, de los cuatro (estadounidenses) hay dos de ellos fallecidos, un persona herida y la otra con vida", dijo vía telefónica el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, durante una rueda de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Villarreal no precisó el lugar donde fueron encontrados los rehenes, aunque las operaciones desplegadas por las autoridades mexicanas, en coordinación con agencias estadounidenses, se extendían por una amplia zona de Tamaulipas, al que pertenece Matamoros.
"Ahorita van las ambulancias y el resto del personal de seguridad a dar el apoyo correspondiente para el traslado y el apoyo médico que se pueda requerir", añadió el gobernador.
Durante el secuestro, ejecutado por hombres armados, también murió una ciudadana mexicana, según habían anunciado el lunes las autoridades, que siguen sin revelar las identidades de los rehenes.
López Obrador lamentó la muerte de los secuestrados y dijo que el gobierno federal entregará un informe del caso en el transcurso del día. "Lamentamos mucho que esto suceda en nuestro país y enviamos a los familiares de las víctimas, a los amigos, al pueblo de Estados Unidos, al gobierno de Estados Unidos, nuestras condolencias (...). Vamos a seguir haciendo nuestro trabajo para garantizar la paz, la tranquilidad", afirmó.
"Inaceptable"
Los estadounidenses fueron raptados tras cruzar la frontera el pasado viernes para comprar medicinas, según el presidente mexicano. El lunes, la Casa Blanca tildó este tipo de ataques de "inaceptables".
"Ellos tienen derecho de manifestarse como lo hicieron porque nosotros no deseamos eso", reaccionó López Obrador este martes a esa declaración. "Estamos trabajando todos los días para garantizar la paz, la tranquilidad, y vamos a continuar trabajando" agregó.
Las víctimas habían arribado en una furgoneta blanca con matrícula de Carolina del Norte, de acuerdo con un informe previo del de la Oficina Federal de Investigaciones estadounidense, FBI, que ofrecía 50.000 dólares por ayudar a rescatar a las víctimas y detener a los captores.
"Poco después de cruzar a México, hombres armados no identificados dispararon contra los pasajeros del vehículo. Los cuatro estadounidenses fueron introducidos en un auto y sacados del lugar por hombres armados", indicó la agencia policial.