"La libertad va a triunfar sobre los despotismos” declaró recientemente el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ante el Parlamento británico al agradecer el decisivo apoyo que la nación brinda a su país para repeler la agresión del criminal de guerra y envenenador Putin.
Zelenski, presidente de Ucrania, fue recibido por el Rey Carlos III de Inglaterra, además de reunirse entonces con Enmanuel Macron de Francia y otros líderes europeos, que rechazan una invasión que ha costado la vida a decenas de miles de soldados de ambas partes y que ha arrasado con mucha estructura del país, destruido escuelas y hospitales, edificios residenciales…
Un par de meses antes Zelenski estuvo en Washington, donde se reunió con el presidente Biden y habló ante el Congreso para agradecer la vital ayuda estadounidense en rechazar la salvaje y no provocada agresión rusa. Biden le devolvió la visita semanas después en la amenazada Kiev.
La democracia y como lo enfatizó el cantante británico Sting a su audiencia en Varsovia, está bajo ataque en el mundo, por lo que los hombres libres, de buena voluntad, deben unirse para protegerla, para que menos y menos criminales enloquecidos manden a jóvenes como carne de cañón a morir, como pretende Xi Jinping al amenazar con una invasión a Taiwan, nación democrática y próspera, únicamente para satisfacer la clase de ambición que ha provocado la tragedia en Ucrania, “infernales caprichos” de hombres que desprecian la vida, la razón, la libertad pero que no se hacen presentes en ningún campo de batalla, a diferencia, debe enfatizarse, de Zelenski y en su tiempo de Napoleón Bonaparte, Julio César y Aníbal Barca, el cartaginés que fue la némesis de Roma, que estaban al lado de sus tropas, compartían sus tiendas de campaña y comían igual.
El mundo, como lo señaló hace muchos años la investigadora estadounidense Claire Stirling, enfrenta una Internacional del Terror, un nuevo Eje del Mal, un engranaje de mafias, regímenes dictatoriales y cabecillas enloquecidos, como es la teocracia empoderada en Irán, un grupo que está ahorcando a disidentes y que condenó a diez años de cárcel a una pareja por mostrarse bailando juntos en un vídeo, además de castigar con quince latigazos y diez años de cárcel a una actriz por salir en cámara sin un trapo en la cabeza.
Los iraníes suministran drones a los rusos y están escalando el poder destructivo de tales artefactos dotándolos de explosivos que causan aun mas daño al impactar sobre superficies, estructuras civiles y lo que sea en Ucrania.
Las potencias democráticas deben proteger al mundo
Este “Eje del Mal” se vincula con los dráculas del mundo, se trate de bandas de secuestradores en pequeños países del trópico o traficantes de droga como el Cartel de Sinaloa.
Cuando tocó a una familia salvadoreña pagar el rescate de uno de sus miembros que de hecho había ya muerto, el pago se hizo en Argelia, en un bar durante la noche, la escalofriante experiencia de la persona que asumió tal encargo, un hombre de bien, de extraordinaria jerarquía como profesional y jefe de familia.
Este “Eje del Mal” vincula dictaduras, grupos violentos, bandas de mercenarios como la “Wagner”, narcotraficantes… son la amenaza infernal sobre naciones, estados democráticos, hombres libres.
La contrapartida deben ser potencias que protegen la democracia, actúan contra infernales personajes, corran al auxilio de pueblos, como el de Ucrania, bajo ataque de un enloquecido criminal, Putin…