Miguel Ángel Beltrán se dedicó desde los 13 años a la pesca; pero hace dos dejó dicha ocupación porque en ocasiones pasaba hasta doce o veinticuatro horas en alta mar y regresaba a su hogar, en el cantón Barra de Santiago, Jujutla, Ahuachapán, sin producto para comercializar. Gastaba en combustible, alimentación y el tiempo que pasaba en el mar a la espera de peces.
Eran momentos preocupantes porque los gastos en el hogar no podían esperar.
Hace dos años, se le ocurrió, junto a otras personas, implementar juegos extremos para atraer a turistas en la bocana de dicha playa.
A su embarcación, bautizada como Miriam Tours, amarró una cuerda y al otro extremo sujetó un inflable donde personas van a bordo para dar los recorridos.
El ahuachapaneco comentó que la idea surgió porque un lugareño usaba un inflable para trasladar artículos personales hacia su hogar.
Los turistas comenzaron a pedir alquilado el inflable pues les gustaba la ingeniosa idea para hacer los paseos.
Fue entonces que Beltrán decidió dejar la pesca, que para entonces no le estaba dejando las ganancias económicas esperadas, y se dedicó a dar recorridos en inflables.
La lancha que compró con esfuerzos hace cuatro años para ocuparla como herramienta para la pesca, ahora sirve para generar adrenalina entre los visitantes de la playa en el occidente de El Salvador.
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“El detalle es que a veces uno va al mar y no encuentra peces, usted se viene gastado, trabajado, no trae ni los gastos del combustible. A veces fines de semana, sábado, se pone bonito de gente y pues traigo mis centavitos para la casa. El domingo se pone mejor todavía (ahora con los inflables)”, relató el lugareño, de 42 años.
Actualmente son tres lanchas de motor, de diferentes propietarios, las que van tirando de los inflables de distinta capacidad.
Por ejemplo, tienen donde las personas van sentadas; los hay de dos y de tres ocupantes. Además tienen las denominadas “donas locas”, donde los turistas van sujetados, boca abajo.
Otro emprendedor ofrece el servicio de surf; pero la tabla ha sido adaptada con botas, como de patines, para que las personas no se caigan mientras están siendo haladas. El turismo de sol y playa ha dado buenas oportunidades a los lugareños.
Los tres emprendedores pertenecen a la Asociación de Desarrollo Turístico de Lancheros del Malecón de la Barra de Santiago (Adestumbas) a la que pertenecen 25 personas que tienen 35 lanchas, de acuerdo a su presidente, Rubén Darío.
El resto ofrece recorridos tradicionales en el estero, la bocana, los manglares y la zona donde se encuentran los cocodrilos.
Muchos turistas están llegando por los juegos extremos que ofrecen los emprendedores. Aunque estos iniciaron a implementarse desde hace dos años, es recientemente que han comenzado a ser más reconocidos entre los turistas.
Lo extremo se debe a que los inflables son tirados a grandes velocidades, por lo que las personas deben de sujetarse con mucha fuerza porque de lo contrario terminan en el agua salada.
Los lancheros toman las precauciones necesarias pues las personas deben de colocarse los chalecos salvavidas, que son certificados, es decir, los turistas si caen al agua, automáticamente salen a flote, reduciendo los riesgo de una situación adversa.
“Es una gran adrenalina, es una gran diversión, uno se distrae bastante en el agua. Es la primera vez; estoy (segura) de que voy a venir muchas veces más”, dijo la turista Marcela Linares.
Los inflables son alquilados de dos maneras. Hay recorridos que duran doce minutos y que tiene un valor de $5; mientras que la hora tiene un costo de $60.
El servicio está disponible todos los días. Las personas que deseen contactar a Beltrán pueden llamar al número telefónico 6827-4095.