No solo son el precio del petróleo ni la cadena de suministros a nivel internacional lo que sigue elevando el costo de todos los bienes y servicios en El Salvador, incluida la canasta básica.
De acuerdo al director ejecutivo del Centro para la Defensoría del Consumidor (CDC), Danilo Pérez, la elevada inflación que tiene hoy día el país (7.3% a diciembre 2022)y que ha encarecido la canasta básica también es producto de una baja producción de alimentos que lleva a depender de otros países vecinos como Guatemala, Honduras y Nicaragua.
"El gran problema es que no se está atendiendo el sistema alimentario salvadoreño que pasa por la producción", afirmó Pérez.
El 2022 cerró con los precios más altos en alimentos, bienes y servicios desde 2010
Según el director del CDC, más del 90% de las frutas, verduras y hortalizas que consumen los salvadoreños provienen de países vecinos.
Además, la producción de granos básicos como el maíz y el frijol será deficitaria en 2023 a raíz de una baja cosecha dado que los agricultores enfrentaron altos costos de insumos en la siembra de 2022. Según proyecciones de la Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo), la cosecha 2022-2023 es 30% más baja que en 2021-2022 por lo que los granos básicos seguirán con altos precios.
El quintal del maíz, por ejemplo, costaba $17.20 en mayo de 2021, pero al 29 de enero de 2023 este tiene un costo de $29.63, es decir, un alza del 72.27%. Mientras que el quintal del frijol costaba $56.40 en mayo y ahora tiene un costo de $107.50, lo que representa un incremento del 90.6%, según cifras que maneja el CDC.
Cosecha de granos básicos se redujo 30%, según agricultores
"Aquí el tema es ¿qué hacemos para producir más?. Seguiremos con un alto grado de dependencia mientras no se hagan las inversiones necesarias (en agricultura)", señaló.
Según Pérez, pese a las 11 medidas que implementó el gobierno en marzo del año pasado para contener la inflación, el tema de la producción de alimentos sigue sin atenderse. De hecho, le preocupa tanto cambio de funcionarios dentro del Ministerio de Agricultura y Ganadería, que hace perder la perspectiva de lo que se necesita para producir más alimentos.