Chalatenango es el departamento de El Salvador con más municipios, 33 en total, y varios se concentran al norte en las riberas del embalse Cerrón Grande, cuerpo de agua que inundó parte del territorio original de estos.
Algunos en esta zona son de los más pequeños y menos poblados de todo el país con menos de 1,000 habitantes según el último Censo de Población y Vivienda publicado por el Estado en 2007 que es la última referencia oficial de población porque desde entonces no se ha realizado otro censo. Por ejemplo, San Francisco Lempa, con 862 habitantes en ese año, era el segundo menos poblado de todo el país, solo superado por Mercedes La Ceiba, La Paz, que tenía 637.
Quince años después del censo, la cantidad de habitantes en estos municipios Chalatecos ha disminuido por la migración, pues al lograr la mayoría de edad los jóvenes se van a Estados Unidos para obtener mejores oportunidades de vida, según comentan los propios habitantes, que a simple vista son muchos los la tercera edad. Los datos poblacionales más recientes son recopilados por las municipalidades o por empleados del Ministerio de Salud locales.
Empezamos el recorrido en San José Cancasque, de 36 kilómetros. Ahí encontramos a Edith Tobar, de 52 años, terminando unos ornamentos para la parroquia local. Era de las pocas personas que estaba en las calles, fuera de su casa. El casco urbano es un lugar bastante desierto.
Para Tobar, Cancasque representa el lugar donde su familia supo sobrellevar las precariedades. “Éramos bien pobres”, comenta y pese a que no poseían nada, a ella le resultó de gran impacto dejar obligatoriamente su terruño cuando la guerra civil llegó con todos sus peligros. Este lugar fue ocupado por la guerrilla y muchos huyeron para no quedar en medio del fuego cruzado cuando llegaba el ejército. Ella es de las contadas familias originales que regresaron a repoblar después de firmarse los Acuerdos de Paz. “Para mi Cancasque es mi familia” dice Tobar y agrega que no estaría de acuerdo con que al municipio se le quite el título. De similar manera responde Yessenia. Ella es la única vendedora que ofrece todas las tardes comida típica. Su puesto es una mesita y una parrilla en la calle detrás la iglesia. Mientras prepara pastelitos de verduras se pregunta: ¿Nos cambiarán el nombre también?
Vea fotografías de los pintorescos municipios visitados durante este reportaje en este link. https://www.elsalvador.com/fotogalerias/noticias-fotogalerias/rio-lempa-chalatenango-potonico-nayib-bukele/1035703/2023/
Para otros pobladores, el problema con la posible desaparición del municipio sería más práctico que sentimental. Para ellos la alcaldía es de mucha utilidad. “Cualquier cosita aquí nos ayudan, gracias a Dios están pendientes”, dice un hombre de más de 60 años que no quiso ser identificado mientras espera que salieran del aceite hirviente los pastelitos de verdura de Yessenia.
Según el Instituto Salvadoreño de Desarrollo Municipal, Cancasque tiene 1, 349 habitantes. En el censo de 2007 tenía 1,751. Es un municipio que destaca por antiguo. Fue creado en 1543 y pese a su longevidad, el desarrollo en la zona ha sido poco. La calle de acceso aún es de polvo, aunque su casco urbano muestre algunos aspectos de modernidad.
Pasamos a San Francisco Lempa, un municipio al que se puede llegar desde Suchitoto por el ferri que cruza el embalse y que ocasionalmente trae consigo algunos turistas para visitar un par de restaurantes y el pintoresco casco urbano con calles que aún conservan su antiguo empedrado.
El alcalde es Mario Colocho, del partido Nuevas Ideas, quien por primera vez dirige la municipalidad desde 2021. Él cree que la idea del presidente Nayib Bukele de reducir el número de municipios es solo una especulación. “Hasta no tener un documento prefiero no opinar” declara.
Para Colocho, la historia de los municipios, San Francisco Lempa incluido, no se perdería. “No creo que la gente lo vea como si vamos a desaparecer”, agrega.
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En la plaza central del pueblo nos encontramos a Brian Rivas quién platicaba con su vecino Carlos Flamenco. Rivas sí cree que dejar de ser un municipio sería perder parte de la historia que se ha construido. “¿A dónde va a quedar la cultura que nos identifica? Este pueblo y sus tradiciones no se parece a otro”, dice Rivas. Flamenco afirma que, si las palabras del presidente se cumplen, tendrían que adherirse a una de las tres alcaldías que él cree que sobrevivirían, y que podían ser Chalatenango, Dulce Nombre de María o Nueva Concepción.
Aunque la propuesta del presidente sea solo un tuit publicado dos días después de la captura de la alcaldesa de Soyapango, Nercy Montano, por los delitos de apropiación indebida de cuotas laborales y otros dos delitos más, no es la primera vez en la historia que se menciona la idea de reducir municipios, pero es algo descabellado establecer un número máximo al que se quiere reducir, y más aún si es basado por las malas administraciones que han existido en los municipios.
Según el historiador Carlos Gregorio López Bernal, en 1990 durante el gobierno de Alfredo Cristiani, la Comisión Nacional de Desarrollo realizó un estudio donde afirmó que existían demasiados municipios para ser un país de 21,000 km, por lo que se propuso reordenar el territorio. La noción continuó hasta el año 1994 como parte del Plan de Nación de Armando Calderón Sol. Se llevó a la Asamblea Legislativa pero no tuvo eco y quedo en el olvido.
Sin embargo, aunque existan opiniones en redes sociales que afirman, sin respaldo de documentación histórica que los municipios se crearon a beneficio de los terratenientes; no es del todo cierto, aunque algunos municipios si tengan su origen en ser cascos de hacienda de algunos criollos que fueron parte de los procesos independentistas.
Para Carlos López, autor del libro “Municipalidades, gobernaciones y presidencia en la construcción del Estado en El Salvador, 1840-1890”, al pasar de ayuntamientos a municipalidades, como parte de un modelo franco español que se tomó en cuenta para establecer La República, estos pueblos no fueron elegidos con criterios claros para tener este título.
Para 1855 ya existían 218 municipios, y desde entonces varios han desaparecidos y se han creado otros. Su utilidad en los primeros años de independencia de España y luego de desligarse de la Federación Centroamericana en 1823, fue ejercer control y construir poco a poco infraestructura, porque La República naciente no tenía ni capacidad de personal y mucho menos monetaria para hacerlo.
“En el inicio del Estado cada alcaldía tenía la tarea de ejercer control en el territorio, eliminar plagas, crear y mantener escuelas, cuidar a los ciudadanos de pandemias, por eso había tantos municipios y eran pequeños”, explica López.
Otro pequeño municipio chalateco es Azacualpa, que según el Censo de Población y Vivienda 2007 tenía 1,136 habitantes y hoy tiene 920. Se caracteriza por la producción de chocolate de “tablilla” y pan dulce artesanal.
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El secretario municipal Óscar García González, del partido FMLN, opina que el imprevisto tuit presidencial fue hecho desde la especulación y que un proyecto así debería estudiarse y consultarse de manera democrática a la población “porque si no podría ser una decisión autoritaria”. García sabe que no es ningún secreto que hay alcaldías sin posibilidad de tener ingresos por impuestos, como la tienen, por ejemplo, las de lugares turísticos, con industria o con gran población u otros. Que actualmente tengan problemas para impulsar y mantener el desarrollo humano y de infraestructura, más aún con el desfase que dejó el retiro del FODES, no es una razón para reducirlas.
Doña Rosa, quien se encontraba junto a otras mujeres en el molino esperando procesar el cacao tostado con azúcar y canela para convertirlo chocolate, no cree que esta propuesta tenga acogida en los salvadoreños. “Para mí estaría malo”, concluye. Doña Rita, otra de las mujeres que esperaba su turno en el molino, no sabe si habría un beneficio o perjuicio en quitarle el título al municipio, pero si está convencida que la historia vivida, la que los une como pueblo, pasaría a no valer nada.
Aunque la propuesta de reducir el número de municipios aún no ha pasado de ser solo un “tuit” del presidente, con muchas réplicas funcionarios ye diputados, medios estatales, cuentas falsas y bots, para el historiador Carlos López significaría un retroceso en la construcción del territorio que podrían tener afectaciones a nivel político democrático. En caso de ser una inicativa que se traduzca en un decreto con aprobación favorable en la Asamblea, debe haber un estudio previo, científico, y determinarse de manera correcta a cuantos municipios debe reducirse el territorio y en qué se transformarían estos espacios que por 200 años han sido el escenario de la construcción identitaria, histórica, tradicional y política de los salvadoreños.
Vea fotografías de los pintorescos municipios visitados durante este reportaje en este link. https://www.elsalvador.com/fotogalerias/noticias-fotogalerias/rio-lempa-chalatenango-potonico-nayib-bukele/1035703/2023/