La economía salvadoreña sufrirá una fuerte desaceleración y crecerá menos de lo que entidades como el Banco Central de Reserva (BCR) proyectan para el 2023, según indica el más reciente informe sobre el país que realizó la agencia financiera de origen inglés Emerging Finance (EMFI).
Dicho informe, que aborda el tema político y fiscal que atraviesa el país, también se centró en los aspectos macroeconómicos y atribuye ese freno que tendrá el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional a la “dependencia que tiene de la economía estadounidense”.
Lo anterior debido a que en Estados Unidos se han disparado las alarmas por una posible recesión económica, es decir, un retroceso en la economía, lo que podría afectar dos puntos claves que impulsan al PIB salvadoreño: las remesas y las exportaciones.
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De manera puntual, la agencia EMFI calcula que al cierre del año la economía salvadoreña podría crecer entorno al 1.3%, una cifra muy baja comparada con las estimaciones del BCR, que la calcula entre 2% y 3%.
“Como consecuencia, esperamos una desaceleración en las exportaciones y remesas, lo que perjudicaría el consumo privado”, apunta el análisis de la financiera inglesa.
Asimismo, sugiere el panorama económico para el país, que cerraría el 2022 con un crecimiento del 2.8% (a la espera del último dato del BCR), “podría ser peor de lo esperado si se materializa una recesión en EE.UU.”, país en el que las principales empresas están ejecutando despidos masivos por la crisis económica que atraviesan.
Asimismo, el análisis de EMFI calcula que los salvadoreños cerrarán el 2023 con un todavía alto nivel de inflación, el cual podría colocarse entorno al 5.1%, aunque es una cifra más baja que la registrada al cierre del año, la cual llegó al 7.32%, según datos del BCR.