La mayor parte del dinero que se produce en El Salvador ya se debe y cada año aumenta más esa deuda que deberán pagar todos los salvadoreños mediante los impuestos que cobra el gobierno.
Los datos oficiales del Ministerio de Hacienda demuestran que las generaciones presentes y futuras deberán cargar con esa responsabilidad por muchos, muchos años.
El actual gobierno se ha caracterizado por incrementar el endeudamiento del país y ha alcanzado cifras récord en los más de tres años que tiene en el poder, superando por mucho a gobiernos anteriores.
Este año superó en solo ocho meses la deuda de todo el 2021.
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Según el portal de transparencia fiscal de Hacienda, hasta agosto 2022 (que son los datos disponibles a la fecha) se debían $23,990.3 millones, lo que representa el 75.4% del Producto Interno Bruto (PIB). Eso es como que si el gobierno hubiera adquirido deuda por $2,998 millones cada mes.
Y significa, según han explicado algunos economistas, que es como que se debe $0.75 de cada $1 que se ha producido, al menos hasta agosto. Pero si se compara con los datos de 2021, la deuda al cierre de 2022 podría ser aún mayor.
En los 12 meses del 2021 el endeudamiento llegó a los $23,263.8 millones, que abarcan el 83.5% del PIB o el equivalente a $0.83 de cada $1 producido, indican las cifras de Hacienda.
La diferencia entre lo que el gobierno endeudó al país en 2021 y en ocho meses de 2022 es de $726.5 millones más.
Pero el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, se ha mostrado despreocupado por la deuda que ha alcanzado El Salvador. El 9 de noviembre 2022 expresó durante una entrevista televisiva que el país cerraría el año con una deuda pública entre $21,000 millones y $22,000 millones, pero aseguró que “no es una deuda que preocupe”.
Más bien, el funcionario se ha preocupado por tocar puertas de otros organismos regionales para pedirles más dinero prestado.
De hecho, el ministro informó en noviembre que solicitaron el primer crédito por $75 millones al Banco de Desarrollo de América Latina, de la Corporación Andina de Fomento (CAF). “Y hay proyectadas más (operaciones). Es una fuente barata de financiamiento”, dijo Zelaya.
Pero ante el endeudamiento sin freno del actual gobierno, organismos internacionales, agencias calificadoras de riesgo y de análisis financieros han advertido que el nivel de deuda del país puede llegar o incluso sobrepasar el 90%, lo cual es una alerta roja.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), por ejemplo, ha planteado que un nivel de deuda considerado controlado sería por debajo del 25 % (del PIB) para las economías emergentes y que un nivel crítico sería el 40%.
Asamblea avaló préstamos sin control
Pero el alto nivel de deuda no depende solo del Órgano Ejecutivo, sino también de que el Legislativo le de luz verde a los préstamos.
Desde el 1 de mayo de 2021 que inició la actual legislatura dominada por los diputados afines al presidente Nayib Bukele, el ritmo de endeudamiento creció aceleradamente. En 2022 los diputados no han frenado ni cuestionado ningún crédito solicitado por el gobierno; han sido miles de millones de dólares que han tenido el aval de la bancada Cyan y aliados.
Ante ello, economistas como Ricardo Castaneda, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), han señalado que “la ciudadanía debe tener claro que todo ese endeudamiento lo va a pagar la población con sus impuestos actuales y futuros”.