Entre todos los aspectos que se pueden analizar sobre la nueva reforma al Sistema de Pensiones, que ya está vigente, hay un punto en específico que tiene mucha relevancia por tratarse de los ahorros de los trabajadores salvadoreños que aún están en edad de cotización.
Lo anterior se debe a que el aumento de la pensión mínima, que según el gobierno pasará de $304.17 a $400, es un punto que ha generado incertidumbre por la falta de claridad sobre cómo se financiará o se absorberá el incremento. Sin embargo, el fundador de la Mesa de Trabajo por una Pensión Digna, Patricio Pineda, señala que ese golpe recaerá en las cuentas individuales de los cotizantes.
Según la redacción de la ley, en los artículos 97 y 98, los jubilados recibirán hasta 240 mensualidades a partir de los fondos que poseen en la cuenta individual, pero debido al porcentaje de cotización el saldo resultante en la cuenta de cada trabajador no será capaz de soportar esa cantidad de cuotas, debido a que se agotará muy rápido, sobre todo, porque la mayoría de los cotizantes no logran ahorrar una cantidad suficiente de fondos para la vejez.
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En este punto es donde entra en juego el papel de la Cuenta de Garantía Solidaria (CGS), un mecanismo que desde 2017 le permite al gobierno financiar el pago de las pensiones mínimas de los jubilados cuyo salado ya se agotó sin que eso signifique nueva deuda pública, pues los fondos se toman del aporte que realizan los actuales cotizantes para las mensualidades de los ya jubilados.
$304.16 de pensión mínima
Es lo que refleja la ley con respecto a la pensión de vejez, sin embargo, el gobierno asegura que la nueva pensión mínima será de $400 tras un aumento del 30% generalizado.
Debido a esa figura y que los saldos en las cuentas individuales se agotarán más rápido por el aumento de la pensión mínima es que esta reforma pone en riesgo el futuro de la CGS. La Mesa por una Pensión Digna apunta a que en los próximos años el comportamiento demográfico del país provocará que cada vez haya menos cotizantes nuevos y, por ende, menos aportes a esa Cuenta de Garantía Solidaria.
Déficit a partir de 2028
Este tema ha sido analizado en un reciente diagnóstico de la Fundación Dr. Guillermo Manuel Ungo (FundaUngo), el cual también pone énfasis en la sostenibilidad del sistema que propone la reforma recién aprobada, algo en lo que coincide Pineda, quien asegura que en los próximos años la CGS se volverá insostenible porque exigirá muchos recursos.
Con la ley anterior, el 5% de la cotización de los trabajadores iba a parar a esa cuenta, la cual ha funcionado para aliviar de manera temporal las obligaciones fiscales del gobierno, y aunque con la nueva reforma ese aporte sube hasta el 6% de la cotización el análisis de FundaUngo también apunta hacia la insostenibilidad de esa cuenta.
Según FundaUngo, desde 2028 el déficit que cubre esa cuenta será aún mayor, por lo que necesitará refuerzo de las arcas del Estado, un escenario que agregaría aún más presión a las finanzas públicas que desde ya se encuentran delicadas.
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6%
Es el nuevo porcentaje que los cotizantes del sistema aportarán a la Cuenta de Garantía Solidaria (CGS), la cual sirve para financiar el pago de la pensión mínima de los jubilados.
En este sentido, y pese a que la ley anterior ya suponía una dificultad para la CGS por la falta de sostenibilidad en el tiempo, la reforma que en teoría debía estar encaminada a oxigenar dicha cuenta, en realidad afectaría aún más los ahorros de los cotizantes actuales, pues su pensión para cuando se jubilen no está asegurada.