Un año que en muchos sentidos ha sido horrible, lleno de tragedias, de los peores efectos de la pandemia “que llegó del Oriente”, de matanzas y una guerra no provocada, pero un año que a la vez ha traído nuevos descubrimientos en ciencia, en la exploración espacial, en deportes y actos heroicos, llega a su final.
En balance lo negativo, inesperado, la crueldad, se sobrepone a lo positivo, predominando la vulgaridad sobre el refinamiento, las tragedias y los extremos del clima pesando más, la obra del Señor absoluto de “nuestro universo”, el Sistema Solar y cuando una nave espacial lanzada hace muchos años ha logrado escapar de la fuerza gravitacional del Sol.
En el verano del Hemisferio Norte las altas temperaturas han sobrepasado las registradas en los últimos cien años, mientras ahora tormentas gélidas están causando la miseria de millones tanto en Estados Unidos como en Europa y Asia.
Muchos grandes glaciares, las capas de hielo tanto en el Ártico como en el Antártico están re-cediendo, lo que para muchos es el anuncio no de una desertización mundial cuanto de una nueva época glacial, como la que se dio en el siglo XVI de nuestra era y que es el tema de muchas pinturas de Brueghel, mostrando ciudades y campiñas nevadas, lagos helados con patinadores…
Cada cierto número de años —el último fue en la tercera década del siglo XIX— una tormenta solar extrema afecta grandemente las comunicaciones, las redes eléctricas… lo que causa estragos al desarrollo de la civilización, sin que se sepa cuándo será la siguiente…
Este año, aunque solo por unos cuantos segundos, se logró repetir la fusión de dos elementos, el mismo proceso que se realiza en el Sol y las estrellas pero que eventualmente puede dotar a la humanidad de una fuente inagotable de energía y, con ello, la capacidad de sobreponerse a una edad glacial o cualquier fenómeno extremo.
Dios mediante, el nuevo año sea más positivo, esperanzador
En el 2022 los extremos de fanatismo musulmán han superado lo que se ha visto, desde la prohibición de los talibanes a que la mujer se eduque o trabaje, forzándola a una vida de reclusión, hasta el intento de asesinato del escritor y poeta de origen indio Salman Rushdie por una obra escrita hace decenios, a lo que se suman atentados en países no musulmanes y la conversión de la Santa Sofía de Estambul en mezquita, desecrando lo que fue el mas esplendoroso templo bizantino.
En Irán una teocracia de enloquecidos ayatolas, instalada en el poder por el malvado expresidente estadounidense Carter, está reprimiendo a sangre y fuego una revuelta de prácticamente toda la población, de mujeres y hombres hartos de los desmanes y el uso obligatorio de trapos en sus cabezas, los que siguen empleándose en casi todo el Medio Oriente.
La agresión no provocada de Rusia a Ucrania, en una operación que el asesino psicópata Putin creyó que iba a durar dos semanas, ha costado la vida a más de cien mil combatientes de ambos lados, la destrucción de obras civiles y muerte en ciudades ucranianas, el éxodo de casi 15 millones de mujeres, niños y ancianos y la neutralización de la “poderosa” Flota Rusa en el Mar Negro.
En el 2022 se han consolidado las dictaduras en Venezuela, Nicaragua, El Salvador y Guatemala, el enloquecido régimen de Corea del Norte, la ahora bambaleante dictadura de Xi en China, los carteles de la droga…