Luego de más de un año de espera, los diputados oficialistas recibieron y aprobaron el proyecto de reforma a la Ley del Sistema de Ahorro para Pensiones, el cual el presidente Nayib Bukele se comprometió a cambiar desde septiembre de 2021.
Pese a que la espera fue larga, el proyecto ya aprobado, que entra en vigencia desde hoy, no está a la altura de las expectativas de distintos sectores de la población, los cuales esperaban una mejora considerable al sistema previsional, entre ellas una mayor cobertura.
En la nueva redacción de la ley que fue aprobada hay un dato que llamó la atención de expertos y de organizaciones: se mantiene la baja cobertura previsional.
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Un diagnóstico sobre el sistema previsional (hasta la reforma de 2017) que realizó la Fundación Dr. Guillermo Manuel Ungo (FundaUngo) analiza, entre otros puntos, que ese problema no ha sido superado con esta nueva ley.
Según el diagnóstico, los datos de entre 1998 y 2021 arrojan que solo 1 de cada 4 trabajadores cotiza en el sistema, algo que se traduce en un 25% de la fuerza laboral total del país. Esto indica que muy pocos salvadoreños podrán acceder a una pensión una vez que lleguen a su edad de jubilación.
Dentro de ese total, poco menos de la mitad (43%) se refiere a trabajadores asalariados permanentes, es decir, que pertenecen a la categoría ocupacional, por lo que la principal conclusión que apunta FundaUngo es que el sistema, en sí mismo, es excluyente.
En el sector urbano, solo el 34.9% está cubierto por el sistema previsional, mientras que un 15.8% cotiza en la zona rural, según datos de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), retomada por FundaUngo.
“El sistema de pensiones es excluyente: personas jóvenes, en edad más avanzada, residentes de áreas rurales y de más bajos ingresos tienden a cotizar con menor frecuencia”, señala el análisis. A la luz de la ley aprobada el pasado 20 de diciembre, esta realidad no va a cambiar mucho.
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Esto es porque la reforma que entra en vigencia posee la misma esencia de la ley anterior. Pese a que el documento oficial señala que la cobertura se mejora en lo que se refiere a la posibilidad de que los salvadoreños en el exterior puedan cotizar en el sistema, esta medida no es algo nuevo pues desde 2005, cuando se aprobó el Decreto Legislativo 891, es una opción ya existente.
Además, algo que ha sido cuestionado en meses anteriores es la poca rentabilidad que el sistema otorga a los fondos de los salvadoreños, pues sus ahorros no generan el rendimiento más optimo para las cuentas individuales.
Esto pasa, sobre todo, porque la mayor parte de ese dinero (80%) está invertido en instrumentos públicos, es decir, han sido prestados en algún momento al gobierno. Y para algunos de esos fondos, paga intereses por debajo de las tasas del mercado.
Esa baja rentabilidad podría ser un factor clave que frenaría la posibilidad de que un salvadoreño opte por afiliarse de manera voluntaria para ahorrar para cuando se jubile.
Como lo han explicado economistas en ocasiones anteriores, un salvadoreño en Estados Unidos, por ejemplo, podría considerar mucho más conveniente ahorrar en el sistema de ahorro previsional estadounidense que en el salvadoreño, ya que las tasas de rendimiento son mucho más altas que las de su país natal.
En este punto también entra en juego el hecho de que la mayor parte de la población económicamente activa en el país se concentra en el sector informal, un rubro cuyos ingresos son incluso menores que el salario mínimo, y destinar parte de su dinero a un ahorro previsional puede agregar más presión a sus finanzas personales.
En ese sentido, la reforma actual no contempla más medidas de cara a ampliar la cobertura u ofrecer mejores incentivos para los trabajadores salvadoreños.
Las expectativas que tenían organizaciones como la Mesa de Trabajo para una Pensión Digna, respecto al rol de las Administradoras de Fondos para Pensiones (AFP), tampoco se cumplieron como esperaban.
15.8% cotiza en lo rural
El porcentaje de salvadoreños que cotiza al sistema de pensiones en el área rural es muy bajo. FundaUngo lo considera un sistema excluyente.