La audiencia preliminar contra Michael Alejandro Castillo Murga, el prinicipal sospechoso del asesinato de Melvi Fernanda Nájera ha sido programada para el 10 de enero de 2023, mes en el que se cumple cuatro años del feminicidio.
El Juzgado Especializado de Instrucción para una Vida Libre de Violencia y Discriminación para las Mujeres de Santa Ana reactivó el proceso con base las reformas realizadas al Código Procesal Penal, que permite continuar el proceso contra imputados prófugos, hasta tener una sentencia definitiva.
Inicialmente fueron cinco los acusados por el feminicidio de Fernanda, pero ya solo queda Castillo Murga atado al proceso judicial.
La novia de Castillo Murga, Jacqueline Alejandra Martínez Herrera, fue declarada culpable por ser cómplice en el feminicidio.
Sin embargo, no le fue aplicada ninguna pena, debido a que el Código Penal establece cuando haya una relación afectiva entre el perpetrador del delito y el encubridor.
Mientras, que la madre del joven, Edith del Carmen Rivas de Murgas, murió y por eso ya no se continuó con la acción penal en contra de ella por el delito de encubrimiento en el crimen.
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Otro de los acusados, el abogado y exfiscal Donald Augusto Valdivieso López admitió haber encubierto a Castillo Murga, a cambio de que se le suspendiera el proceso de forma condicional en contra de él.
Por otra parte, el médico Roberto Arturo Valdivieso López, fue absuelto durante el juicio por el delito de encubrimiento.
La familia de Fernanda lleva cuatro años clamando por justicia por el asesinato de la joven cometido con lujo de barbarie.
El 31 de enero de 2019, Melvi Fernanda y su hijo, entonces de un año siete meses, fueron sacados con mentiras de su vivienda por Castillo Murga, padre del niño.
El 2 de febrero, el cadáver de una mujer, con signos de tortura, fue encontrado en una cuneta en la carretera que conecta el municipio de Ataco con Ahuachapán. Se trataba de Fernanda, pero fue levantado como desconocido.
Un día después, su hijo fue localizado abandonado en medio de un cafetal en el municipio de Ataco.
Agricultores alertaron a la Policía que habían encontrado al menor desorientado y deshidratado.
El niño estaba moribundo y picado por los insectos, lo que le dejó secuelas psicológicas y físicas, según ha relatado la madre de Fernanda, quien ha quedado al cuidado del niño.
Las imágenes de los agentes rescatando al niño en un saco de nylon, se viralizaron rápidamente en la redes sociales, causando indignación y repudio. Sin embargo, cuatro años después la familia sigue sin tener justicia.