Si las críticas hacia el príncipe Harry y Meghan Markle por victimizarse ya salpicaban su imagen; ahora resuenan con fuerza. El detonante fue una fotografía que fue utilizada en el nuevo tráiler sobre su serie.
La credibilidad de la pareja se ha puesto en tela de juicio, ya que por meses han alegado ser víctimas no solo de acoso y racismo sino también de ataques de la prensa con información falsa; y ahora serían ellos los que estarían difundiendo datos falsos.
En una parte del tráiler del documental que se estrena este 8 de diciembre, el príncipe Harry decir: "Tuve que hacer todo lo posible para proteger a mi familia".
Para respaldar su argumento aparece una fotografía en la que se observa una multitud de fotógrafos luchando por conseguir el mejor lugar para retratar a los duques de Sussex.
La imagen que probaría el acecho que sufren Harry y Meghan solo fue una estrategia para aumentar el morbo pues fue tomada cinco años antes de que se conocieran, en el estreno de "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte Dos", un evento al que ningún miembro de la familia real asistió.
"No imagino que Harry se hubiera dado cuenta, pero Netflix ha sido descuidado aquí, ya que debilita el comentario de Harry sobre proteger a su familia", explicó a The Sun la experta real Ingrid Seward.
¿Nuevos "Kardashians"?
"Sabotaje", "Declaración de guerra", "Enrique ¿por qué odias tanto a tu familia?", titularon después los diarios sensacionalistas, que siempre han preferido a William y Kate, considerados como la pareja perfecta con un impecable sentido del deber, frente a Harry y Meghan, a quienes comparan con las "Kardashian" por ganar dinero aireando a los cuatro vientos su vida personal.
Desde que abandonaron la familia real, los duques de Sussex han firmado lucrativos contratos -estimados en más de 100 millones de dólares- con Netflix y Spotify. Harry también publicará sus memorias en enero en un libro titulado "Spare" (suplente).
Denunciando la "obsesiva autocompasión" de la pareja y su "flagrante desprecio" por la familia real, el periódico The Sun consideró que deberían ser privados de todos sus títulos.
Los británicos tampoco les tienen un gran afecto. Son los miembros menos populares de la familia real después del príncipe Andrés -acusado de agresión sexual-, mientras que William y Kate tienen 81% y 75% de opiniones favorables respectivamente, según un reciente sondeo de YouGov.