El Poder Judicial iraní estremeció a los medios a nivel internacional al anunciar que ejecutará “pronto” a “algunos” de los condenados a muerte que participaron en las recientes protestas que se generaron en el país durante los últimos dos meses y medio.
Gholamhosein Mohseni Ejei, jefe de Justicia, detalló que “algunas” de las personas condenadas a muerte están señaladas de “corrupción sobre la tierra” y “guerra contra dios” y otras han sido “confirmadas” por instancias superiores.
Las condenas “se aplicarán pronto”, señaló Ejei durante un discurso dirigido durante la reunión del Consejo Supremo del Popular Judicial, difundido por el Consejo Supremo del Poder Judicial, recoge el diario reformista Shargh.
Ver: Ataque armado cobró la vida de 10 personas en Nigeria
Seis personas han sido condenadas a muerte posterior a su participación en las protestas que actualmente están sacudiendo el país desde el 16 de septiembre, cuando se registró la muerte de Mahsa Amini, quién fue detenida por llevar mal puesto el velo islámico.
De los seis condenados están acusados de conceptos que engloban una secuencia de delitos estrictamente contra el islam y presuntamente la seguridad pública.
Las autoridades locales han acusado a más de 2,000 personas de diversos delitos contra la religión al participar en las movilizaciones donde piden fin de la República Islámica, en total podrían haber 21 condenas a muerte.
También Ejei señaló que “varios alborotadores” han sido castigados con penas de prisión, pero no dio una cifra especifica de cuantas personas podría tenerse tras las rejas.
Podría interesarle: Encuentran 2,500 focas muertas en playas rusas del mar Caspio
Uno de los condenados es el fotoperiodista Ahmadreza Halabisaz, quien denunció hace una semana que ha sido condenado a cinco años de prisión en un juicio en el que no se le permitió tener un abogado, todo por cubrir las protestas.
Aproximadamente 400 personas han muerto y al menos 15,000 han sido detenidos durante los meses de protesta, según la ONG Iran Human Rights, con sede en Oslo.