El mirador de cristal de la Finca Rauda, en el municipio de Alegría, Usulután, se ha convertido en todo un atractivo turístico en la zona oriental del país. Son cientos los turistas que llegan para sentir “un poco de adrenalina”.
Josefina Echeverría de Molina viajó desde San Salvador para visitar a su familia y, de paso, conocer el famoso mirador de cristal. “Me da miedo, nunca había estado en este lugar, es una experiencia nueva, es muy bonito, invito a todos a que vengan a este lugar turístico a disfrutar este momento”, comentó.
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Son cerca de 10 metros de piso de cristal que ofrecen una experiencia única. Algunos de los visitantes, en un primer momento, no se animan a caminar por el piso transparente. Sin embargo, las ganas de vivir una nueva aventura les impulsan a perder el miedo.
El mirador tiene láminas de suelo de cristal templado de 30 milímetros de espesor, que descansan sobre una estructura metálica en forma de U sostenida por vigas H.
“Puede aguantar a varias personas, pero queremos regular, máximo, unas 40 personas. Tenemos un rótulo (indicaciones) de 20 personas para no abusar del espacio, y dar algo de calidad al visitante”, dijo Juan Ramón Rauda Castillo, uno de los encargados de la finca Rauda.
El mirador de cristal fue abierto al público a mediados de agosto pasado. Poco a poco, los turistas lo han ido descubriendo y cada vez son más quienes lo visitan, al punto que el domingo pasado el centro turístico tuvo que cerrar tres horas antes de lo previsto debido a la alta demanda de visitantes.
“El mayor atractivo es el mirador de cristal, la gente está viniendo de todos lados del país y queremos atenderlos de la mejor manera posible a cada uno de los que viene, ya que el domingo pasado se tuvo un lleno exagerado de gente; lo bueno sería que las personas puedan venir en día de semana, es mejor porque hay un ambiente más tranquilo”, recomendó Rauda.
Este lugar, ubicado a 1,200 metros sobre el nivel del mar, en la entrada de la ciudad de Alegría, cuenta con un total de cuatro miradores: el mirador de cristal, el mirador de madera o Mazatepeque, el Chaparrastique, y el área del nido del águila. Además de juegos para los niños, área de camping y una amplia variedad en comida.
“Son dos restaurantes y un restaurante chino, se tendrán otros cuatro puestos de comida en food court y una pizza, postres y café en otra área. También nos estamos preparando con 25 cabañas para atender a las personas que vienen de lejos y puedan quedarse y disfrutar de este clima que está rico”, agregó el encargado de la finca Rauda.
El lugar abre sus puertas de lunes a domingo y tiene un costo de entrada por persona $3 los adultos y $2 los niños de 6 a 9 años; niños menores de 5 años entran gratis.