Desde el pitazo inicial, era más Senegal que Qatar en duelo de urgidos, y fue cuestión de tiempo para que los africanos pudieran abrir el marcador, ante un conjunto asiático que se quedó a especular, a la contra, tirado atrás, y sin presionar casi nada arriba ni proponer.
Fue casi un monólogo, no muy bueno, pues a Senegal le faltan ideas en el último tramo para culminar las jugadas, impreciso a ratos, veloz y potente, parece más de esos equipos africanos de antes y no lo que es realmente, el rey de África. Quizás extraña demasiado a su principal figura, Sadio Mané.
Pero sea como fuere, hizo más por irse arriba en el juego, y lo consiguió tras un horror defensivo, un mal rechazo rebanado le dejó la bola servida a Dia, quien firmó su gol sobre el 41' al mandar de primera el balón suelto y pegado al poste, con fuerza.
En el segundo tempo, Famara firmó el segundo temprano y el juego parecía liquidado, pero Senegal bajó el pie del acelerador y permitió que el anfitrión se animara, a tal grado que el arquero se convirtió en protagonista. En el tramo final, sobre el 78', descontó con un cabezazo Muntari para darle emoción al partido, pero seis más tarde sepultó las esperanzas de remontada Dieng para el 3-1.