Familiares y amigos de Marilú López Berrios lamentan en Santiago de María, Usulután, la pérdida de la joven madre que fue asesinada por su expareja José Will López, de 37 años, en Beaumont, Texas, Estados Unidos.
Su cuerpo fue localizado el 5 noviembre luego de que el hombre, también de nacionalidad salvadoreña, originario de Gotera, Morazán, aceptara su culpabilidad y condujera a la policía hasta el lugar donde había dejado el cuerpo de la mujer.
"Ella emigró hace seis años, se llevó a sus tres hijos. Ellos ahora tienen 9, 14 y 19 años", relata Alex, quien se identifica como primo de Marilú. Alex prefiere omitir su nombre completo, pues asegura que la familia que reside en El Salvador teme represalias.
La familia López Berrios residía en una de las zonas asediadas por las pandillas en Santiago de María. Una noche, la mujer recibió amenazas de muerte por no querer entregar a su hijo mayor a la clica que dominaba en la zona.
Alex relata que la mujer vivió aquella angustia sola, pues no comentó nada con el resto de la familia; y un día, en silencio, tomó a sus tres hijos e inició el camino hacia Estados Unidos.
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Los cuatro viajaron solos. Ella fue detenida por Migración en la frontera entre México y Estados Unidos. Las autoridades investigaron su caso, y tras comprobar los motivos de su salida de El Salvador, le permitieron entrar a Estados Unidos.
Marilú era parte de los 59, 841 inmigrantes que solicitaron asilo en Estados Unidos entre 2012 y 2018, según datos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
Su caso estaba en proceso y la salvadoreña soñaba con poder vivir legalmente en el país norteamericano para poder seguir ayudando a sus hijos. Los tres retomaron sus estudios a su llegada a Estados Unidos.
"Ella decía que deseaba que el país mejorara para poder regresar, ese era su sueño", agrega Alex. Y continúa: "Usted sabe la situación que vivimos, y uno por los hijos hace lo necesario, ella temía por la seguridad de ellos y en silencio salió porque sabía que aquí algo malo les podía ocurrir, sin imaginar lo que le iba a pasar".
Marilú emigró con sus tres hijos sin tener un lugar a donde llegar en Estados Unidos; no obstante, encontró buenos amigos que le ayudaron a instalarse y conseguir un trabajo en una cafetería. Era el único sostén de su familia. Ahora sus hijos se quedan con una tía, relató el familiar de la salvadoreña.
Santiago de María se une para ayudar
Varias personas en el municipio de Santiago de María salieron a las calles para pedir ayuda a los vecinos y conocidos de la salvadoreña, pues deben recaudar cerca de $16, 000 para repatriar el cuerpo hasta Morazán.
La madre de Marilú, doña Consuelo Maricela López, solicita ayuda para poder traer a su hija triar su cadáver a El Salvador.
"Era mi hija, mi brazo derecho, quien me mantenía. Les pido que nos puedan ayudar para tener el cuerpo de mi hija", señaló.
Esta semana, sus compañeros de trabajo en Texas también desarrollaron varias actividades, entre estas una taquiza para recaudar fondos para los gastos fúnebres.