Somos Ellas es un monumento digital a las víctimas de Feminicidio en El Salvador. Esas mujeres de las que se habla bajo la cortina de las estadísticas, las que se olvidan al no ser casos mediáticos, y de las que como público, ni siquiera alcanzamos a saber.
Aunque es una iniciativa relativamente nueva, la compilación de los casos de 2021, revela un poco acerca del estado de reportaje, transparencia y seguimiento de los casos de feminicidio en el país. Por ejemplo en 2021 ocurrieron 132 feminicidios. Nuestra recopilación indica que de esos solamente 96 se informaron en medios de comunicación. Es decir, la población se entera de poco más del 70% de los feminicidios que ocurren en el país, mientras los otros quedan atrapados en estadísticas. Además, de estos 96, 1 de cada 3 son reportados sin nombre.
Lamentablemente, esta falta de transparencia es una tendencia destinada no solo a seguir este año sino a agudizarse considerando las nuevas decisiones de las diferentes entes responsables. Desde este Febrero, la Mesa Técnica Interinstitucional para la Conciliación de Cifras de Víctimas de Feminicidios (parte de la Dirección de Información y Análisis [DIA] del Ministerio de Seguridad) descontinuó el Acta Homologada de Homicidios y Feminicidios que
previamente era publicada mensualmente e indicaba las muertes violentas desglosadas por género y departamento. También, según una solicitud del medio periodístico GatoEncerrado, la PNC anunció que las cifras de denuncias de feminicidios serán reservadas por 7 años.
En efecto, esto representa un retroceso crítico para nuestra sociedad que por años ha tenido una de las mayores tasas de feminicidios en la región. La decisión de la Mesa contrasta con la visión de la DIA que según su sitio web es de “contribuir con el análisis de información y datos específicos con la finalidad de identificar riesgos y amenazas para la toma de decisiones en el área de seguridad”.
Debatir los estados y niveles de transparencia puede ser a veces un proceso abstracto, un espectro que lejos del blanco y negro se batallan sombras de gris. Sin embargo, este caso nos presenta la oportunidad para debatir un problema puntual. En el caso de los feminicidios tenemos que preguntarnos: ¿Cuál es el valor de hacer confidencial los datos de feminicidio? ¿Ayudará esta medida a traer justicia a las memorias de las víctimas?
La opacidad institucional, específicamente en temas de feminicidio, es un problema grave. Sin casos que reportar, no podemos comenzar a hablar ni de penas para los agresores ni de justicia para las víctimas. Para seguir combatiendo este problema, buscando a los agresores, haciendo que todos paguen por sus crímenes, antes tenemos que saber acerca de los casos.
Estas decisiones nos están privando exactamente de ese derecho.
Estas decisiones no borrarán los problemas de la conciencia social. Nos siguen quitando hijas, madres, personas, partes de nuestra sociedad. Es responsabilidad de una sociedad activa que aspira progresar hacer a los mandatarios rendir cuentas; en este caso, incrementar no reducir la transparencia de casos de feminicidio.
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Somos Ellas es una iniciativa sin ánimo de lucro que compila los casos de víctimas de feminicidios del país. Contacto: www.somosellas.com o somosellassv@gmail.com.
Economista y Máster en Políticas Globales para el Desarrollo.