¿Sabe desde cuándo se celebra el 2 de noviembre como el Día de los Difuntos? Tal como otros días de celebración cristiana lo trajeron los españoles, pero el “Día de los Difuntos” se celebra desde el año 998, dos años antes del Primer Milenio, es decir, 1024 años. Y fue el abad benedictino francés de la Abadía de Cluny, San Odilón, que impuso la oración por los difuntos el 2 de noviembre. En los siguientes años también lo empezaron a celebrar en los otros países europeos y poco a poco en todo el mundo, pues si algo preciado tenemos en común los humanos, independientemente de la religión, son nuestros queridos difuntos.
Desde que somos concebidos y sucede el milagro de una nueva vida hasta que se termina, pasamos por la gestación, el nacimiento, el crecimiento, la reproducción y al final, a todos nos llega el milagro complementario de la vida, la muerte.
En 1971 visité el museo de historia natural Senckenberg en Frankfurt y vi tres grandes contadores electrónicos superpuestos: el de arriba indicaba los nacimientos por segundo, el intermedio las defunciones y el inferior calculaba la diferencia que se sumaban a la población mundial. Entonces, la diferencia eran dos por segundo y en la proyección de los próximos cincuenta años, estamos como predijeron, pues de 3400 pasamos a 7900 millones de habitantes sobre la tierra. https://www.worldometers.info/es/
Pero como cumpliendo las Escrituras, “de polvo eres y en polvo te convertirás” tenemos que enterrar a los difuntos y como poco a poco se ha reducido el espacio para los difuntos y desde hace años se dispone de la cremación, el principio bíblico se transformó, que en lugar de polvo nos convertimos en ceniza. Por cierto, y si es católico, aunque el Vaticano acepta la cremación, no acepta que se dispersen las cenizas.
El gran dilema de los descendientes al fallecer un salvadoreño en EEUU es si enterrar, allá o aquí, o cremar y se viene imponiendo la cremación, principalmente por deseos del fallecido o por razón económica y está siendo más frecuente traer las cenizas a la tumba familiar.
Y sobre el “Día de los Difuntos” en mi pueblo se mantiene la costumbre de “enflorar” o “coronar” y el 2 de noviembre las familias van al cementerio a limpiar las tumbas los días anteriores o el mismo día. Ahí están jóvenes, niños y adultos ofreciendo su trabajo para limpiar y pintar las tumbas, y frente al cementerio, las ventas de flores, coronas, refrescos y comida y los conjuntos de músicos ofrecen las canciones que le gustaban al difunto.
Lo nuevo es que algunos desde la tumba del pariente se conectan con los familiares lejanos para juntos y online visitar a los difuntos.
Como todo, también la muerte tiene su área de negocios, y por si no lo sabe, en Valencia el 2021 se celebró, la 17. “Funermostra”, la feria internacional especializada de la industria de productos y servicios fúnebres, desde lo más sencillo como una APP, hasta lo más lujoso, con lo que las familias muestran su cariño por el difunto y poder adquisitivo.
Personalmente me gustan más los servicios funerarios y cementerios alegres, y aunque siempre nos entristecemos cuando un miembro de la familia se va, también es motivo de satisfacción, porque terminó su ciclo de vida y tuvo un final digno.
Mantengamos tradición de visitar a nuestros difuntos el 2 de noviembre que, para no faltar a la cita, es asueto nacional. Lo de “enflorar” o “coronar“ cada uno demuestra su forma de cariño como le parece, pero una plegaria y recordar las buenas acciones y como fueron en vida, siempre se lo merecen nuestros queridos difuntos.
Si por sus ocupaciones no pudo ir el miércoles, aproveche este domingo para ir al cementerio a visitar a sus queridos difuntos.
Ingeniero/Pedroroque.net