"Le pinto la tumba de azul o celeste, barato, barato", así es el llamado que hacen las limpia tumbas o "tumberas" en Suchitoto, Cuscatlán previo al Día de los Difuntos.
Este oficio que surge días antes del 2 de noviembre se ha convertido en una manera de obtener dinero, no solo en hombres sino que también en mujeres y hasta niños.
Un grupo de mujeres y jóvenes se encuentra en la entrada del camposanto. Si "ganan" el servicio se dividen en parejas o tríos y una vez finalizada la pintada se reparten las ganancias.
Se ayudan la una a la otra, mientras que una se encarga de limpiar, otra mueve las cubetas, quita la maleza y luego la pintan. Si el cliente desea que se escriba una frase, también se le hace, explican.
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Este trabajo recae específicamente en Karla Carpio, de 25 años. En un cuaderno, tiene anotadas las frases que los clientes quieren que se pongan en las lápidas o solo el nombre y fecha en que falleció la persona.
"Le ayudo a mi papá (a limpiar tumbas) desde que yo recuerdo, pero así a poner las frases desde hace 12 años", comentó Carpio, mientras pinta de dorado un pequeño ángel.
Ella asegura que la tradición nunca se pierde de enflorar las tumbas. "Acá el 2 ya está terminado solo para que los familiares vengan a enflorar. Para ellos es un detalle que le hacen a sus seres queridos que ya se fueron", dice.
"Acá hay más mujeres (limpia tumbas) que hombres, incluso hay niños que vienen y ayudan", agregó. Otra de las encargadas en pintar es Flor de María Borja, quien asegura que antes del Día de los Difuntos ya tienen que terminar.
Flor llegó junto a varios de sus parientes a pintar. Todos agarran una tumba y comienzan con el oficio. Eso sí, respetan y guardan silencio en memoria de aquel a quien ya partió del mundo terrenal.
"Acá le pintamos de azul o celeste, son las que los clientes más piden", comentó. El precio de cada servicio depende del tamaño de lápida y puede ser de entre $5.00 a $12.00 y este incluye la poda de un árbol. Machetes, azadones, brochas, pintura, escobas, esponjas y agua son lo que necesitan para realizar el servicio.
Otros por su parte deciden arreglar por su cuenta el sepulcro de sus seres queridos como la familia Santamaría Flamenco, que llegó a mediodía para retocar la tumba donde yace una tía, explican.
Algunas de las "tumberas" como también se les llama llegan por primera vez acompañados con sus parejas. "Aquí estamos todo el día como somos de aquí (Suchitoto) aprovechamos a brindar el servicio", dice una joven que comenta que estará en el camposanto hasta el 2 de noviembre.
Este 2 de noviembre se conmemorará el Día de los Muertos, una fecha en la que muchos salvadoreños acuden a los cementerios a visitar a aquellos seres queridos que ya partieron, por lo que podría ser un buen día de trabajo para mujeres, adolescentes y adultos mayores en el cementerio municipal de Suchitoto.