El más reciente informe presentado por la organización de Derechos Humanos, Cristosal, revela que gran parte de las denuncias por vulneraciones a Derechos Humanos, durante el régimen de excepción, se dieron en al menos cuatro municipios, entre los que se encuentra Panchimalco, en la zona central de El Salvador.
El Diario de Hoy realizó un recorrido por ese municipio y algunos cantones aledaños al casco urbano. Los testimonios recopilados confirman que el número de capturas en la zona es significativo y que los residentes consultados conocen al menos un caso de vulneración de derechos humanos.
Los lugareños describen que los procedimientos policiales en la zona se caracterizan por malas prácticas y el uso excesivo de fuerza por parte de las autoridades. Algunos dan cuenta de la vulneración de derechos humanos que enfrentan los detenidos y sus familiares.
Lee también: Salvadoreños desaprueban capturas sin orden judicial, señala Iudop
Capturas bajo malos tratos
Katherine V. (nombre ficticio por seguridad), es una menor de 12 años, habitante del municipio de Panchimalco. Ella relata la forma en que su madre y su hermano fueron detenidos (en diferentes fechas) por agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), sin mayor explicación, mientras se encontraban en su casa.
Katherine describe con mucho detalle la escena que ella y, una bebé, tuvieron que presenciar durante el procedimiento de la captura de su madre.
“A mi mamá se la llevaron a la fuerza y a mi me empujaron. La comida de ella (de la mamá), la botaron. A mi mamá la jalaron y un policía agarró un corvo, y yo le dije que no hiciera eso”, relata la menor.
Sumado al recuerdo de la captura de su madre, la menor no borra de su mente la segunda escena de detención. En esa ocasión, la captura de su hermano mayor, de 21 años.
“A mi hermano lo golpearon. Le reventaron la oreja, y yo me metí y les dije que ya no le estuvieran pegando. A mi me dijeron muchas cosas por eso; me insultaron y me empujaron a mí. Yo tuve miedo, y les dije que me soltaran porque yo no debo nada”, relata la menor.
A pesar de las súplicas, Katherine explica que, en esa ocasión, ella fue retenida y trasladada a un puesto policial de la zona, junto a su hermano.
Además: Fiscal general: Plan Control Territorial sirvió para conocer territorios donde operan criminales
Katherine detalló que, durante su estancia en el puesto policial, fue esposada y posteriormente liberada, a eso de las 11:00 de la noche del mismo día en que se registró la detención. A pesar de su liberación, la adolescente señaló que no obtuvo transporte para trasladarse desde el puesto policial hasta su hogar en altas horas de la noche.
El caso de Katherine es uno de los varios en donde se reportan violaciones a derechos humanos por parte de las autoridades de Seguridad Pública, a cargo de las detenciones. Cristosal registra 447 casos en donde los familiares de los detenidos son víctimas de vulneración de derechos humanos.
Del total de casos sistematizados, el 10.9% denuncian malos tratos durante las detenciones. Además, el 2.3% de las víctimas señala hechos de violencia y desplazamiento forzado tras las capturas perpetradas.
Vulneración de derecho a la salud
Ubicada en la zona céntrica de Panchimalco, se encuentra la casa de Mónica, una mujer con 38 semanas de gestación, que se mantiene preocupada por el estado de salud de su pareja de vida.
Según el testimonio de esta mujer, su pareja sufre una enfermedad crónica. En consecuencia, el ahora detenido debe consumir sus medicamentos para controlar su padecimiento cardiaco, diagnosticado desde hace un par de años.
Mónica asegura que su cónyuge, tiene cerca de 4 meses de detención y, desde entonces, ella desconoce el estado de salud de su pareja.
Sigue leyendo: Gobierno Bukele no asiste a audiencia de Derechos Humanos de la OEA
“Él padece del corazón y el calor o el encierro le da taquicardia. Uno lleva el medicamento, pero no se sabe si en los centros penales se los están entregando, porque el medicamento lo ponen aparte (del paquete)”, detalla.
Similar al caso de Mónica, es el de Herminia Cruz, quien asegura que uno de sus hijos se encuentra recluido en el penal de Izalco.
Herminia relata que su hijo padece de bronquitis crónica y necesita los medicamentos para sobrellevar la enfermedad.
Desde el día de la detención, la familia Cruz desconoce el estado de salud del jóven y coincide con otros testimonios en donde no existe certeza de que el medicamento sea entregado a la persona detenida.
Datos de Cristosal revelan que de la totalidad de denuncias recibidas por capturas arbitrarias, 232 personas presentan cuadros de enfermedades crónicas.
Acoso policial y denuncias anónimas
Los datos presentados por la organización Cristosal, hasta el 18 de octubre de 2022, reflejan que de 2,987 casos de personas que fueron vulneradas en sus derechos (en distintos municipios), 162 fueron detenidas por acusaciones mediante llamadas anónimas o avisos de terceros.
Lo anterior coincide con los testimonios de habitantes de Panchimalco, en donde aseguran que las denuncias anónimas podrían estar ligadas a casos de rencillas personales entre vecinos.
A esto se añade la existencia del acoso policial hacia los familiares de las víctimas.
En relación a ello, varios habitantes del municipio de Panchimalco, que por temor a represalias prefieren resguardar su identidad, declararon a este medio que la desconfianza de los lugareños va en aumento en relación a las autoridades, ello tras la entrada en vigencia del régimen de excepción.