Sí, realmente es una fotografía de portada, estremecedora, publicada el sábado 1.° de octubre de 2022. Y, vaya paradoja, pues en esa fecha es celebrado el Día del Niño.
La foto se titula “Un Día del Niño indiferente”. Y en ella aparece un entristecido padre de familia cargando en brazos a un gemelo de apenas seis meses, rodeado de cinco niños, de entre 5 y 13 años, y la mayor carga al otro gemelito.
El pie de grabado dice “Los siete hijos de Rosa, una vendedora ambulante de Santa Ana, pasarán este Día del Niño sin su madre, detenida hace un mes durante el régimen de excepción, sin una acusación específica, de acuerdo a su esposo”.
Y es que ese tal “Régimen de excepción” deja en entredicho la eficacia del llamado Plan Control Territorial y el de la Excepción. Así opinan legisladores que cuestionan la falta de criterios bien claros para afirmar cuándo amerita y cuándo no, cercar un municipio para efectos de control.
Está bien que limpien el ambiente de tanto malandrín que constituyen un peligro para la sociedad. Pero no está bien que entre los ‘malacates’ se lleven a gente inocente, que nada tiene que ver con delito alguno, tal como probablemente sucede con el caso aquí comentado, de los 7 niños que han quedado sin el cuidado de su mamá.
Pobre de esos niños que, naturalmente, han de llorar la ausencia de su progenitora, que sufren de angustia y desesperación, de pena y de dolor en el alma.
Ojalá que a la publicación de este comentario, la mamá ya haya sido liberada de ese infierno carcelero, al que fue llevada sin explicación alguna. Y así los siete hijos y el papá vuelvan a sentir la paz y la alegría en sus atormentados corazones. ¡Sí, señor!
Recordemos que los niños merecen respeto y la mayor consideración, ellos no tienen la culpa de los problemas que nosotros los adultos ocasionamos.
Recordemos que “el abandono y la negligencia pueden constituir una forma insidiosa de causar graves daños, existiendo la impresión de que gran parte del retraso, que se observa que sufren maltrato, está menos relacionado con la violencia física que con la negligencia y los agravios emocionales que frecuentemente lo acompañan”, dice la psicóloga Carmen Martínez González, en el libro “Niños maltratados”, Ediciones Díaz de Santos, S. A., Madrid, España, 1997.
Y, precisamente, los niños que sólo han quedado al amparo del padre, aquí relatados, son niños maltratados por quien ha metido a la cárcel a su madre sin justificación alguna. Liberen pronto a esa mamá. ¡Sí, señores!
Maestro, sicólogo, gramático.