El gobierno de Nayib Bukele parece mantenerse firme en su postura de no condenar la agresión rusa a Ucrania, de no señalar las violaciones a derechos humanos en este país y de no sumarse a las principales democracias del planeta en emplazar los actos bélicos ordenados por Vladimir Putin.
Este miércoles, la representación salvadoreña en la Asamblea General de las Naciones Unidas volvió a mantenerse al margen de las condenas a Rusia.
Ese día, 143 países condenaron la anexión ilegal de cuatro territorios de Ucrania por parte de las fuerzas rusas. Estas celebraron unos referendos que no han sido reconocidos por la comunidad internacional, la cual de hecho los ha considerado "farsas".
El Salvador no votó en esta iniciativa titulada "Integridad territorial de Ucrania: defensa de los principios de la Carta de las Naciones Unidas". Esto fue criticado duramente por el internacionalista Napoleón Campos, quien manifestó que el mundo democrático tiene los ojos puestos en quienes no condenan esta guerra.
"Cobardemente, El Salvador no votó. Honduras se abstuvo y Daniel Ortega ordenó votar en contra de la resolución, es decir, votó a favor de Rusia. El mundo democrático toma nota de la conducta de estos tres gobiernos centroamericanos".
Napoleón Campos, experto en política internacional
No condenar agresión a Ucrania, práctica recurrente
El Salvador está cada vez más alejado del concierto de países democráticos que se han unido para condenar la guerra de Vladimir Putin contra su país vecino, Ucrania.
“Pongan atención a los vínculos rusos con sus gobiernos”, advierte el ucraniano Mykhailo Lavrovski
En la reciente Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) celebrada en Lima, Perú, la delegación salvadoreña tampoco se sumó a condenar esta agresión de Rusia.
Y en al menos cinco ocasiones anteriores, el gobierno de Nayib Bukele se ha mantenido al margen de estos pronunciamientos que exigen la salida de las tropas rusas, el respeto a la soberanía territorial de Ucrania y que condenan el ataque sistemático a poblaciones civiles.
En marzo, la delegación diplomática de la Unión Europea en el país incluso instó a El Salvador a sumarse a los países que condenan estas agresiones. Sus esfuerzos, sin embargo, no tuvieron eco.