La fresca noche de Washington, DC, atestiguó nuevamente el recital de amor de la población salvadoreña en esa región de los Estados Unidos para con su Selecta, aquella por la que todavía se sienten representados mucho más allá de los marcadores y, esta vez, pese a la derrota a manos de Perú en el bastión del Audi Field.
Un tono más oscuro de azul revistió a los jugadores de la Selecta con una equipación inédita en décadas, tan nueva como los aires que desde hace más de un año brinda la gestión del seleccionador Hugo Pérez. En las gradas, azul y blanco en camisas, banderas, gorros y bufandas cubrían los casi 20,000 asientos que se vendieron anoche a salvadoreños en la casa del DC United. Los peruanos, con su rojo y blanco distintivo, representaron una remarcable minoría, principalmente en los sectores más cercanos al césped.
Hugo Pérez: "Con este partido hay algunos jugadores que pueda ser que ya no vuelvan"
La temperatura fue la ideal para la práctica del deporte rey: entre 26 y 21 grados Celsius a las puertas del otoño estadounidense. Eso sí, la grama no parecía estar en las mejores condiciones, evidenciando desgaste con algunos trazos de tierra. En el descanso, algunos afortunados lograron la selfie y los autógrafos con los jugadores salvadoreños, gracias a la cercanía del banquillo con la tribuna baja del estadio.
Nuevamente, la Selecta fue un vagón de montaña rusa para sus aficionados. Del mítico “consagrar” del Himno Nacional en los minutos previos, pronto pasaron a la angustía tras el primer tanto del ítalo-peruano Gianluca Lapadula. Luego, todos gritaron como gol el señalamiento del penalti que “Cacho” Larín, con la experticia de su zurda, elevó a éxtasis con su gol. Y nuevamente callaron cuando Lapadula, Reyna y Cueva volvieron a castigar los sempiternos fallos de la defensa cuscatleca en estos partidos.
El Salvador seguirá teniendo más citas como esta en lo que resta del año, afortunadamente. Ya se avanza en la oficialización de un encuentro amistoso en Los Ángeles para mediados de noviembre, con rival por confirmar. Los que desde ya confirman su apoyo incondicional son los azules de la costa oeste.