Por Este pasado 15 de septiembre, en medio de una Cadena Nacional que naturalmente es financiada con recursos públicos, el Presidente ignoró sus responsabilidades y obligaciones como mandatario para anunciar que violaría la Constitución de la República y que buscaría la reelección presidencial en los comicios electorales de 2024. La noticia se esperaba y no generó sorpresa, semanas atrás, todo su aparato de propaganda ya tenía activa una campaña en torno a una posible reelección, quizá la única sorpresa fue la prontitud con la que hizo el anuncio de su búsqueda inagotable de poder. Este anuncio venía acompañado de un relato que justifica la ruptura constitucional que protagonizará el Presidente. Este relato está repleto de varias falsedades que abordaré en esta columna de opinión.
El Presidente y sus fieles sirvientes ondean hipócritamente una bandera de lucha contra impunidad; ellos vendieron una supuesta batalla contra “los mismos de siempre”. Lo que omite decir el Presidente es que varios de esos llamados mismos de siempre ahora le son fieles a él, se sientan en la Junta Directiva de la Asamblea Legislativa –de hecho algunos estuvieron presentes en Casa Presidencial para el anuncio de la reelección–, otros atacan, difaman y acosan a mujeres sin que el peso de la ley se les acerque. Y algunos otros, se beneficiaron de millonarios contratos con el gobierno –con precios inflados– durante el confinamiento de la pandemia. La lucha contra la impunidad es una falsedad abrupta, ahora la justicia es más selectiva que antes y el único filtro para aplicarla, es el Presidente mismo.
El falso relato del Presidente también se sostiene sobre la encrucijada que este gobierno ha librado contra las pandillas, una guerra que nació de un pacto que el mismo gobierno sostuvo en secreto con estos grupos delincuenciales. Pero más allá de esto, ¿acaso en el partido Nuevas Ideas no existe otra persona que le pueda dar seguimiento a lo que este Gobierno empezó? O en todo caso a las promesas que aún debe. Pero más importante aún: ¿las nuevas ideas provienen de una sola persona y no de un proyecto político sólido? De ser ese el caso, yo recomendaría una secta en lugar de la reelección. En síntesis, es falso que la reelección sea necesaria para que el Presidente continúe sus planes de gobierno, a menos que el plan sea dictatorial, que a todas luces, eso parece ser sin lugar a dudas.
La lista de falsedades es enorme, pero hay una que realmente considero que es la principal y a la que responde principalmente la necesidad del Presidente por reelegirse en su cargo. Durante el momento más duro de la pandemia el Presidente hizo la siguiente promesa: “Al que robe un centavo, yo mismo lo meteré preso”. Parece que la corrupción de su gobierno y círculos cercanos ha rebalsado, el tiempo de los barrotes se avecina para los corruptos y aprovechados. Pero la reelección presidencial compraría tiempo y extendería el manto de impunidad por el que se ha caracterizado este Presidente. La falsedad más grande fue su supuesta lucha contra los corruptos, ahora la búsqueda de más tiempo en el poder es para protegerlos. Mentiras, corrupción y sed de poder; ese es el verdadero relato que justifica la reelección presidencial.
Este recuento es importante tenerlo presente e incluso socializarlo con nuestros seres más cercanos. Que no engañen a nadie, la reelección está prohibida. Así de simple, así de claro. Ahora, el reto de la ciudadanía y de la oposición democrática es el siguiente: frente a este falso relato que está propagando el oficialismo, debemos instalar un contra-relato. Desmentir al Presidente y sus secuaces de la desinformación con la verdad y datos. El mismo Presidente dijo hace años: “La prohibición de la reelección presidencial es para garantizar que él (el presidente) no se mantenga en el poder y que él ocupe ese poder para quedarse en el poder”.
Comunicólogo y político