Editoriales Por Enrique Anaya | 22-04-2025
En puridad, en todo este macabro “negocio” del bukelato, lo que queda claro es que, por un lado, como lo reconoció Ulloa, se trata de una transacción mercantil, pues se trata encarcelamiento de personas por dinero (aunque, de seguro, hay más motivos); y, por otro lado, es fruto de la lambisconería del dictador salvadoreño, como con toda naturalidad lo expresó la Secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., al decirle: “Te agradecemos. Ha sido maravilloso tener a alguien a quien mandar lo peor de lo peor”.