El 26 de diciembre de 2009, fue asesinada Dora Recinos con su bebé aún no nacido en el cantón La Trinidad, donde muchos recuerdan el baño de sangre que ese año vivió el lugar. El fantasma de la minería metálica ha sido revivido, no así aquel movimiento de oposición que parece no existir. Para muchas víctimas no hubo justicia o la hubo a medias, afirman lugareños